(RD).- El indiscutible dominador de la tierra batida, Rafael Nadal, prolongó en su estreno en las pistas del Masters Series de Hamburgo, quinto de la temporada, su impecable racha de victorias consecutivas, que asciende ya a 78, después de dejar en la cuneta a su compatriota Oscar Hernández.
En el primer enfrentamiento entre ambos, aunque en 2002 coincidieron en dos torneos ‘futures’ favorables a la segunda raqueta del mundo, Nadal necesitó prácticamente de dos horas para deshacerse de un notable Hernández, especialmente en la primera manga, y es que tardó en lucir sus mejores galas.
El manacorense, que empieza a acumular minutos sobre la pista después de imponerse de manera consecutiva en Montecarlo, Godó y Roma, no encontró las sensaciones hasta bien avanzado el primer set. A eso se añadió un Hernández sin presión, capaz de que su pelota corriera y tuviera profundidad, lo que impidió al balear aclarar su camino a octavos con su habitual premura.
Hernández, en el puesto 69 del ránking, alargó el partido con golpes muy profundos y llevando la iniciativa del juego. Nadal tardó en engrasar la maquinaria, pero cuando lo hizo terminó minando la resistencia del catalán. El balear presionó su servicio con insistencia con cinco juegos iguales para lograr el ‘break’ y sacar para definir la primera manga.
Nadal encarrilaba así un partido más duro de lo esperado. En la segunda manga, el vencedor en Roma protagonizó su habitual ciclón para levantar de la tierra a Hernández, más fallón y con menos fuerza. Nadal, al contrario, más intenso y fiable desde el fondo para lograr dos roturas consecutivas de inicio y situarse con 5-0. Hernández evitó el ‘rosco’, pero terminó sucumbiendo por 6-1.
Ahora, el segundo jugador mundial, que persigue uno de los pocos títulos sobre tierra batida que no ha ganado, se medirá en octavos al ruso Igor Andreev, su último verdugo en tierra batida en los cuartos del torneo de Valencia, un lejano 8 de abril de 2005.
