(PD/Agencia EFE).- El Nàstic de Tarragona prolongó durante unas horas más su estancia matemática en Primera al empatar en el campo del Betis un encuentro que los verdiblancos encaraban como su gran oportunidad para salir de la zona caliente pero que tuvieron que igualar en el descuento.
Los hombres de Luis Fernández, sabedores de lo imperioso de la victoria, salieron a tumba abierta. Antes del minuto cuatro, ya habían lanzado tres saques de esquina sobre la portería de Rubén Pérez, que a los treinta segundos tuvo que meter las manos a un peligroso disparo lejano de Capi.
El fuelle le duró al Betis hasta el sexto minuto, cuando el brasileño Marcos Assunçao lanzó un libre directo despejado por el meta catalán. A partir de ese instante, el Nástic se asentó gracias al buen hacer de Chabaud y Generelo, un frontón inexpugnable para el centro del campo local.
Sólo un par de carreras fulgurantes del intermitente Odonkor, mal sujetado por el ex bético Marco, por la banda derecha sacaron del tedio a los espectadores en una primera parte en la que los tarraconenses apenas si se dejaron ver por los predios de Contreras.
La historia de la primera parte se repitió en el inicio de la segunda: salida en tromba del Betis con una doble ocasión a los seis minutos, en una falta lanzada por Assunçao que repele Rubén Pérez con un espectacular vuelo, y el meta grana reincide con otro paradón al disparo del brasileño Rafael Sobis, que había pescado el rebote.
Y como en la primera mitad, el empuje no pasó de los instantes iniciales porque el Betis pareció no tener gasolina en su depósito para ponerle intensidad a su fútbol durante más minutos.
Aunque la posesión y las escasas ocasiones fueron locales, el encuentro caminó anodino hacia su tramo final, cuando se sucedieron los acontecimientos. En el minuto 87, un agarrón tan claro como absurdo del brasileño Robert sobre el congoleño Makukula fue interpretado por Clos Gómez como penalti que transformó Portillo de disparo raso a la derecha de Contreras, aunque el meta estuvo a punto de detener el disparo en su estirada.
Con todo perdido y en inferioridad numérica, ya que el suizo Vogel fue expulsado por protestar el máximo castigo, el Betis se lanzó con furia hacia el empate que Xisco atrapó por los pelos en el descuento, al cabecear sobre la línea una prolongación de Juanito a centro de Isidoro.
