Alonso: “Prefiero una carrera con lluvia”

(PD/Agencias).- Tras el fallo mecánico sufrido en su McLaren que le relega a salir en el décimo puesto en la parrilla, Fernando Alonso se encomienda a una carrera pasada por agua: «Si llueve puede pasar de todo, sino, me conformaría con un quinto o sexto puesto».

Alonso tiene que pensar en que sean los elementos metereológicos los que le ayuden en la carrera de GP de Francia, tras sufrir la mala suerte, una vez más, de una avería en el cambio de su coche.

El asturiano declaró que «ahora mismo prefiero una carrera de agua, aunque éstas son muy movidas. La lluvia podría ayudarme, aunque también sea una lotería. Si llueve podré sumar muchos puntos, si no lo hace, me conformaría con acabar quinto o sexto. Personalmente espero que llueva, porque es la única manera».

Sin embargo, Alonso no pierde el optimismo: «La carrera es mañana y si les pasa algo de esto a mis rivales y yo consigo coger unos buenos puntos seguramente se me olvide la frustración de hoy».

Además, Alonso expresó su malestar por el percance sufrido en el circuito de Magny-Cours: «Me decepciona lo de hoy porque no he podido dar ni una vuelta en la última ronda y no he podido luchar por la ‘pole’. Mañana igual cambian las tornas y soy yo el afortunado y los demás tienen mala suerte».

En cuanto a la carrera, el piloto español de McLaren aventuró que «arrancar desde el medio de la parrilla es más difícil, es más arriesgado y es una lotería porque las carreras con agua son más movidas, aunque esto podría ayudarme. Empezar décimo, con más gasolina, no es lo ideal. La meta para mañana, siendo realista, sería al menos puntuar, acabar quinto, sexto».

Al describir la avería, Alonso dijo: «Era un problema con el cambio. No podía cambiar de marcha y tuve que regresar enseguida al garaje. E s una pena porque el coche iba muy bien y estaba siendo rápido. Además, por la mañana tuve un problema con un sensor de los frenos; un sensor bastante importante».

Alonso considera que los Ferrari «definitivamente han mejorado». «Están de nuevo en la ‘pole'», concluyó.

ALONSO ESTA MUY CABREADO

tras sólo siete carreras, el ambiente interno en el equipo eche chispas. La relación entre Alonso y Hamilton es prácticamente inexistente. Hablan poco, aunque los dos -especialmente el británico- aseguren lo contrario. Ganador nato como es, al español no le gusta que su compañero de equipo lidere el mundial y le saque ya 10 puntos de ventaja.

Pero hay muchas otras cosas del equipo que tampoco le gustan. Como el hecho de que ingenieros, mecánicos y demás empleados de McLaren Mercedes se alegren más cuando gana Hamilton que cuando lo hace él.

Desde que llegó al mundial de fórmula 1 en 2001, aLONSO había pasado del limbo de Minardi a la gloria que le concedieron sus dos títulos consecutivos con Renault.

Se había quejado de que no le superaban los pilotos, sino los coches, cuando estuvo en la escudería más pobre. Y había luchado contra dos nombres del calibre de Kimi Raikkonen y del heptacampeón Michael Schumacher hasta coronarse en los dos últimos años.

Sin embargo, había algo que le quedaba pendiente: toparse con un compañero de equipo capaz de vencerle. Esta situación le ha sorprendido al piloto asturiano con la peor combinación posible: Lewis Hamilton no sólo tiene una calidad contrastada, sino que es también el primer piloto negro de la historia -lo que le concede un carisma suplementario-, la esperanza británica en un equipo inglés de pura cepa y el protegido de Ron Dennis, jefe de McLaren Mercedes, la escudería compartida por ambos.

El asturiano está cabreado y se le nota.

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