Alemania deja de emitir el Tour

(P.Pico / PD).- El positivo del ciclista germano Sinkewitz ha derivado en la suspensión de las retransmisiones televisadas de la ronda francesa por parte de las cadenas públicas.

Tras este último caso, los canales de la televisión pública alemana ARD y ZDF decidieron suspender, hasta nueva orden, la retransmisión del Tour de Francia. Ambas cadenas, que emiten alternativamente las etapas de la ronda francesa, indicaron en un comunicado que ejercerán esta medida hasta la «aclaración del caso Sinkewitz«.
Sinkewitz, que ha estado recuperándose de sus heridas en un hospital de Hamburgo tras el accidente sufrido el pasado domingo al chocar en bicicleta con un aficionado camino a su hotel, tras la octava etapa, recibió la noticia de su positivo por testosterona en un control sorpresa efectuado el pasado 8 de julio, mientras estaba en una concentración en los Pirineos.
El ciclista se mostró sorprendido al ser interrogado por el caso: «¿Yo? ¿Por qué yo? No sé nada de eso, no puede ser«, declaró a DPA. Mientras, su equipo lo ha suspendido de forma automática, como reconoce el portavoz del T-Mobile, Stefan Wagner. Para el conjunto alemán, los resultados de la primera prueba de dopaje realizada a Sinkewitz suponen un nuevo golpe, después de los escándalos en torno al los ex corredores Jan Ullrich y Bjarne Riis, entre otros.
El control, realizado por orden de la Agencia Alemana Antidopaje (NADA), ha revelado niveles de testosterona en su orina de 24 a 1 (relación testosterona/epitestosterona), seis veces superiores al límite permitido (4/1). En función del resultado del contraanálisis, que se efectuará en apenas cuatro días, la Federación Alemana de Ciclismo (BDR), ha expresado en un comunicado de prensa que, «si la prueba B confirma el resultado del primer análisis, la BDR abrirá un proceso contra él ante el Tribunal Alemán de Deporte y será suspendido».

Una disciplina bajo sospecha

El dopaje sigue ensuciando la más que deteriorada imagen de un deporte que no consigue rehacerse tras los reiterados escándalos de prácticas ilegales con productos dopantes.
La Operación Puerto iniciada por la guardia civil española entre febrero y mayo de 2006 implicaba a atletas, ciclistas (el 30% de los deportistas señalados), tenistas, futbolistas y baloncestistas, pero sólo se han dado a conocer nombres de corredores.
El escándalo desató la caja de los truenos, e hizo públicas las sospechas que perseguían a una práctica que desde entonces vivió la espantada de los espectadores, los patrocinadores, la persecución de los ciclistas y la implicación de toda una red de médicos, preparadores y directores de equipo para ocultar una práctica que parecía habitual entre el pelotón.
El caso tiene especial relevancia por todo lo que ha rodeado el inicio de la prueba ciclista más exigente y afamada del mundo. Todos los participantes tuvieron que jurar antes de empezar el Tour que nunca se habían dopado, y que si algún control resultaba positivo, entregarían a la UCI su sueldo de un año, lo cual provocó la indignación entre los integrantes del pelotón.
Ahora, el caso de Sinkewitz, pondrá a prueba el juramento y también la continuidad en el patrocinio del T-Mobile, una empresa ya castigada por el caso Ullrich, las acusaciones a sus médicos y las confesiones de Riis, Zabel y otras estrellas de la última década.
A todo ello, hay que sumar que unos días antes de comenzar el Tour, a otro alemán, Matthias Kessler, a quien el Astana ha despedido, le encontraron niveles de 85 a 1.

Reacciones

Nikolaus Brender, redactor jefe de la ZDF, ha declarado al respecto: «No podemos difundir una prueba con equipos y corredores sobre los cuales planea la sospecha del dopaje. Con este gesto queremos mostrar que estamos dispuestos a sostener el ciclismo si, y solamente si, está limpio, es decir, sin productos dopantes y prohibidos. Es una advertencia al ciclismo y a todos los demás deportes «, afirmó.
Por su parte, Patrice Clerc, el presidente de ASO (Amaury Sport Organisation), la empresa organizadora del Tour de Francia, salió al paso de la información y mostró su contrariedad. «De este modo se castiga al Tour, pero nosotros no somos los culpables«, dijo Clerc al final de la décima etapa en Marsella. «Las víctimas son los espectadores así como los corredores y equipos que son inocentes. Los medios deberían tener la tarea de informar y de ayudar en la lucha contra el doping«.
Linus Gerdemann (T-Mobile): «No me enteré de que la televisión alemana había renunciado a emitir el Tour. Oí hablar del positivo y lamento que la televisión alemana deje de dar la carrera. Este control positivo muestra, precisamente, que se hace algo para luchar. No puedo juzgar, pero si la muestra B es positiva, sería no sólo triste, sino también completamente idota. Jugar así con su empelo, su profesión, no es tolerable. No comprendo que se pueda comportar así».
Jens Voigt: (CSC): «¿Que qué pienso sobre el dopaje de Sinkewitz? ¿Y usted qué opina? Evidentemente, está mal. Si la muestra B confirma el caso positivo, será evidentemente lo peor que podía pasar a los corredores«.
Parece que el ciclismo tendrá que continuar luchando, con más fuerza si cabe, para limpiar una imagen que ya no sólo está manchada, sino a punto de resquebrajarse.

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