(PD/Agencias).- El Atlético de Madrid, desaparecido en la primera mitad, ha evitado el desastre en Rumanía en la segunda parte, en la que un gol del griego Giorgios Seitaridis dio vida al conjunto rojiblanco en una eliminatoria de Intertoto que deberá remontar el próximo sábado en el Vicente Calderón (2-1).
El marcador no fue tan bueno como se preveía por la supuesta superioridad del equipo madrileño ante el Gloria Bistrita, pero mantuvo al Atlético cerca de la clasificación para la previa de la UEFA, sobre todo después de un inicio inquietante, en el que los rojiblancos entregaron dos goles a su rival antes del descanso. El nuevo Atlético tampoco funciona esta temporada, sobre todo en sus acciones defensivas. Ahí se le complicó el partido y la eliminatoria en la primera parte, en la que mostró una alarmante debilidad. Descolocado, sin contundencia y superado por dos atacantes peleones, apenas resistieron 6 minutos con el 0-0.
En ese tiempo, el Gloria Bistrita ya había aceptado el primer regalo, con un lanzamiento en largo del guardameta Septimiu Albut, un toque de cabeza de Cosmin Tilinca y un desajuste atrás que dejó la pelota a Dorel Zaharia, siempre atento a la segunda jugada. El delantero local no falló ante el argentino Leo Franco. De la actitud ganadora de la que habló en la previa el mexicano Javier Aguirre no hubo ningún rastro en toda la primera parte, pese a que el Atlético, muy inseguro atrás, se adueñó de la posesión con el paso de los minutos, pero sin profundidad, velocidad y, por supuesto, sin apenas ocasiones.
El bloque español sólo respondió con esporádicas acciones ofensivas, sobre todo un cabezazo alto de Mista, solo al borde del área pequeña tras un saque de esquina de Antonio López. Esa fue la única opción clara del conjunto rojiblanco en más de 35 minutos de partido, bajo un intenso calor en la ciudad transilvana. El Gloria Bistrita tampoco apareció en exceso sobre la portería de Leo Franco hasta que el francés Peter Luccin, con un pase atrás tan innecesario como impreciso, ofreció otro regalo a los luchadores atacantes rumanos. Esta vez, Cosmin Tilinca aprovechó el obsequio para batir al guardameta argentino en el mano a mano (2-0, m. 38).
Un tiro desde el borde del área del nuevo capitán, Maxi Rodríguez, detenido por Albut cerró la primera mitad, pero no las preocupaciones del Atlético, obligado a levantar un 2-0 en la segunda parte, en la que aumentó su presencia ofensiva y encontró el 2-1 en un potente derechazo lejano del griego Giorgios Seitaridis. Ese golazo, en el minuto 54 y fruto de una acción aislada, dio vida al equipo rojiblanco, ya dueño del partido, pero sólo con contadas ocasiones sobre la cerrada defensa rumana, como un disparo centrado de Mista, un remate inocente del brasileño Fabiano Eller o un tiro fallido de Jurado tras un centro del debutante Raúl García.
El Atlético mantuvo su intermitente presencia ofensiva sobre el área de Albut, sin demasiados agobios pero sin descanso durante la segunda mitad, cerrada con un preocupante 2-1 y con la necesidad de remontada del bloque rojiblanco, obligado a ganar el partido de vuelta del próximo sábado para cumplir su primer objetivo del curso.
