McLaren prohibe hablar a Alonso

McLaren prohibe hablar a Alonso


(PD/Agencia EFE).- McLaren Mercedes decidió que el español Fernando Alonso no acudiera a la primera rueda de prensa oficial de la FIA del GP de Hungría, aunque figuraba entre los convocados, presumiblemente para evitar preguntas relacionadas con la controversia entre esta escudería y Ferrari por un presunto espionaje industrial.

Alonso figuraba entre los pilotos anunciados para la tradicional conferencia de los jueves en el comunicado oficial de la FIA, en el que también estaban el polaco Robert Kubica (BMW), el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) y las dos novedades para el Gran Premio de Hungría, el japonés Sakon Yamamoto (Spyker) y el alemán Sebastian Vettel (Toro Rosso).

Pero poco después de llegar al circuito de Hungaroring -donde en 2003 el asturiano logró la primera de sus 18 victorias en la categoría reina del gran motor-, Alonso se enteró, a través de su propio equipo, de que no acudiría a la rueda de prensa, tal y como estaba previsto, para mayor sorpresa del propio interesado y de su representante, Luis García Abad.

«McLaren ha pedido a la FIA que no compareciera Alonso y su petición ha sido aceptada», explicó Bob Costandoulos, maestro de ceremonias de las ruedas de prensa oficiales de la Federación Internacional del Automóvil. Alonso y su compañero británico Lewis Hamilton, líder del Mundial de Fórmula Uno, tampoco comparecieron ante la prensa en el ‘motorhome’ de McLaren, por decisión de la propia escudería.

El pasado martes, el presidente de la FIA, Max Mosley, recurrió ante el Tribunal de Apelación de ese organismo la decisión del Consejo Mundial de no sancionar a McLaren por espionaje a Ferrari. La intervención de Mosley se produjo después de que el presidente de la Federación Italiana, Luigi Macaluso, se lo pidiera por escrito el pasado lunes, cuatro días después de la decisión del Consejo Mundial del Automóvil.

Mosley afirmó en una carta enviada a Macaluso que había enviado el asunto al Tribunal de Apelación de la FIA para que éste determine si la decisión del Consejo «fue apropiada y, en caso contrario, para que proponga otra decisión más justa».

El Consejo, que comprobó que un empleado de McLaren estaba en posesión de información sobre el monoplaza de Ferrari, no sancionó a la escudería británica el jueves de la pasada semana al considerar que ésta no había sacado provecho de esos datos. La decisión, considerada justa por el patrón de McLaren, Ron Dennis, provocó una tempestad mediática en Italia.

Según la investigación, el empleado de Ferrari Nigel Stepney entregó al jefe de proyecto de McLaren, Mike Coughlan, información confidencial sobre el monoplaza de la escudería italiana para 2007, el F2007. Además, Stepney previno a Coughlan de que Ferrari utilizaría en el GP de Australia un componente prohibido por el reglamento.

En su correo a Macaluso, Mosley señalaba que había recurrido al Tribunal de Apelación dada «la importancia que hay que dar a la confianza que el público tenga» en la investigación. El presidente de la FIA indicaba en ese mensaje que el Tribunal podrá escuchar los argumentos de los dos equipos «así como cualquier otro enrolado en el campeonato que lo reclame».

McLaren, que domina el Mundial de constructores y que copa las dos primeras plazas del de pilotos con el británico Lewis Hamilton y el español Fernando Alonso, podría enfrentarse a sanciones por este asunto y debido a ello hizo público un comunicado este martes, en el que acusaba a Ferrari de auspiciar una «campaña de intoxicación informativa»

«En respuesta a una concienzuda campaña de intoxicación de Ferrari y la presión del Automóvil Club de Italia, la FIA ha pedido a su Corte de Apelación la revisión de la decisión unánime tomada por el Consejo Mundial del Motor el 26 de julio de 2007», indicaba la misiva.

«Habiendo considerado de forma minuciosa los informes entregados por Ferrari y McLaren, el Consejo Mundial del Motor determinó que no había evidencia de que ninguna información, hecha llegar por un miembro del equipo Ferrari a un empleado de McLaren, se había introducido en la organización o que hubiese proporcionado beneficio alguno al programa de McLaren», añadía el citado comunicado.

A esta misiva se unió, este miércoles, una carta del propio Ron Dennis en la que acusaba, entre otras cosas, a Ferrari de haber usado «un coche ilegal» en Australia, donde se disputó el primer Gran Premio de la temporada.

Asimismo, Dennis reconoce en esa misiva haber denunciado el fondo plano ilegal de Ferrari ante la FIA, «gracias al chivatazo de (Nigel) Stepney», ex jefe de mecánicos de Ferrari, aunque ése chivatazo «nada tuvo que ver» con el informe de 780 páginas que Stepney le pasó a Mike Coughlan, ex jefe de diseño de McLaren.

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