(PD/Agencia EFE).- Aunque el base de los San Antonio Spurs fue el máximo anotador de los suyos, el jugador desapareció en numerosos instantes del partido y nunca fue el jugador resolutivo que se esperaba bajo su condición de MVP de la última final de la NBA.
Como casi todo el partido, Polonia aguantó bien el primer cuarto, pues cuando parecía que se iba a hundir, con 12-20 en el marcador, una reacción en los últimos dos minutos de este período motivó que este acto se cerrase con un 18-22.
Los mejores momentos de Francia en el primer período coincidieron con el mejor rendimiento de Tony Parker, quien en apenas cuatro minutos sumó sus primeros nueve puntos, una circunstancia de la que supo recuperarse Polonia.
El equipo de Adreej Urlep logró acercarse a dos puntos (20-22) a los pocos segundos de iniciarse el segundo período, pero Francia, recuperó momentáneamente una cómoda ventaja mediada esta segunda fase del choque (26-33), si bien una nueva reacción polaca llevó la igualdad al marcador (32-35) al descanso, que pudo ser más corta de no fallar el equipo centroeuropeo su último ataque.
Wojcik, el alma polaca
Durante los primeros 20 minutos de partido los hombres altos de Francia no supieron parar a Adam Wojcik, quien con once puntos se erigió en el sustento de Polonia, mientras que un intermitente Parker lideraba a los franceses con nueve tantos. La reanudación trajo consigo la ventaja fugaz de Polonia en el marcador 36-35 (m.21), aunque tres puntos de Parker y dos de Weis volvieron a adelantar a los franceses en el choque.
Sin embargo, el equipo galo fue incapaz de lograr una ventaja en el marcador que fuera definitiva ante el último cuarto (53-60).
Francia acusaba el pobre partido que completó Parker pese a liderar la anotación de su equipo, ya que incluso en los últimos segundos del tercer cuarto recibió un espectacular tapón de Frasunkiewicz que derivó en que la estrella de la NBA se fuera al banquillo.
Sin Parker en la cancha, Francia inició los diez últimos minutos de partido ante su combativo rival. Sólo la falta de calidad y recursos técnicos de una tosca Polonia evitó la primera sorpresa en este Europeo, ya que Francia, muy gris durante todo el choque, nunca manejó con comodidad un partido que ganó gracias a destellos individuales y a los deméritos del contrario.
