(PD/Agencia EFE).- El seleccionador nacional de Serbia, Javier Clemente, fue recibido en Belgrado por Snezana Samardzic Markovic, ministra de Deportes, y por cientos de aficionados casi como un héroe tras recorrer en automóvil los 2.320 kilómetros que separan Bilbao de la capital serbia.
«Le agradezco por haber mostrado su gran profesionalidad con su duro viaje por carretera», dijo la ministra al técnico, al que animó para que sus hombres se batan con honor en los dos encuentros clave para las eliminatorias de la Europocopa de 2008.
El entrenador vasco sufrió un accidente doméstico el pasado jueves mientras transportaba la bicicleta escaleras arriba en su casa y se fracturó cuatro costillas y la clavícula y se perforó un pulmón, por lo que no pudo viajar en avión a Serbia.
«Clemente forzó su salida del hospital y durante el viaje no permitió que le asistiéramos en nada, y no quiso ser un impedimento. Antes del viaje, él solo nos preparó la cena», dijo su segundo asistente Simo Krunic, quien le acompañó desde Bilbao.
Posteriormente, Clemente se reunió con los jugadores de la selección en el campo deportivo de Kovilovo, donde preparará los encuentros contra Finlandia del sábado y Portugal del próximo miércoles.
Los serbios deben imponerse a los norteños y luego eludir la derrota frente a los lusos, ya que en caso contrario podrían quedar eliminados de la competición por una de las primeras dos plazas en el Grupo A, liderado por Polonia.
