El Barcelona sigue ganando y el Sevilla resucita

(Agencias/PD).- La victoria en Stuttgart (0-2) le da al Barcelona un respiro europeo, imprescindible tal y como se le está pintando el porvenir por culpa de las lesiones. El equipo andaluz ha conseguido su primer triunfo en la fase de grupos de la Liga de Campeones al imponerse por 4-2 al Slavia de Praga en el Ramón Sánchez Pizjuán.

El Sevilla se desahoga con goles

El Sevilla solventó su cuarto partido en la máxima competición continental de clubes -precisamente a los 50 años y ocho meses del último de la primera vez en su historia- con un claro 4-2 ante el Slavia de Praga y, de paso, dejó atrás la mala racha de tres derrotas en Liga y otra ante el Arsenal.

No tuvo excesivos problemas el equipo que dirige Juande Ramos en doblegar a un Slavia de Praga -actual líder de la Liga de su país- muy ordenado y disciplinado pero con escasos recursos futbolísticos.

Ya en los primeros cuarenta y cinco minutos pudo dejar el equipo sevillista sentenciado el partido, con oportunidades de Luis Fabiano y de Kanouté, periodo donde los sevillistas hicieron su mejor fútbol, con rapidez y llegadas al marco adversario. Así, a los tres minutos, en rápida incursión, el brasileño Luis Fabiano trató de aprovechar la lentitud de sus marcadores, pero el remate con el exterior del pie izquierdo mandó el balón al limbo.

La segunda opción llegó por medio de Keita pocos minutos más tarde, que remató un rechace desde el borde del área al que el meta Vaniak respondió en su mejor intervención de esta fase, con despeje apurado.

Fue al tercer intento cuando el Sevilla inauguró el marcador, en un contragolpe de Kanouté, que el malí, ante la alocada salida de Vaniak, batió con un centro chut desde el lateral del área.

Poco duró la alegría a los sevilistas, porque en uno de los acercamientos de los checos al marco de Palop el joven Pudil conectó un potente remate, desde larga distancia, que hizo inútil la intervención del meta local. A los 24, Luis Fabiano, tras dos jugadas de Jesús Navas, y tras un centro medido de Kanouté, y a poco más de un metro de la portería de Vaniak, conectó un remate de cabeza tan defectuoso que mandó el balón por encima del travesaño.

No obstante, el brasileño se desquitó poco después del garrafal error, en un balón en profundidad tras un taconazo de Kanouté por el centro, se fue por velocidad de su marcador y regateó a Vaniak, al que batió de tiro cruzado. Luis Fabiano (m.41) y Kanouté (m.44), dispusieron de otras opciones para dejar resuelto el partido antes del descanso, con ‘cantada’ de Vaniak en la opción del malí.
Cambio de papeles

Salió con más ímpetu el Slavia en el segundo periodo, ante un Sevilla que pareció acusar el derroche del primer tiempo, y a los cinco minutos, el ariete Vlcek, tras un saque de esquina, mandó a las nubes un balón con claridad para poner las tablas en el marcador.

Belaid, a los 53 minutos, puso el miedo en los graderíos, en un lanzamiento desde unos 30 metros, ajustado a la escuadra de Palop. Pero cuando más tuteaba al Sevilla, saque de esquina que el francés Julien Escudé remachó a medio metro de la portería de Vaniak (3-1).

Kanouté (m.65) pudo poner el resultado en goleada, tras un centro medido de Arouna Koné, pero su lanzamiento, junto al área pequeña de Vaniak, se fue junto al poste izquierdo del meta checo. Sin embargo, un error en la zaga checa hizo que el malí habilitara a Koné (m.69) para que el recién incorporado pusiera las distancias insalvables (4-1).

En los minutos de prolongación el Slavia redujo las diferencias con gol de David Kalivoda, e incluso en la ultima jugada, tras saque de esquina los checos pudieron poner la derrota en mínima con balón por encima del travesaño de Palop.

El Barça da un golpe de autoridad en Alemania

El Barça allanó su andadura por la primera fase de la Liga de Campeones con una costosa victoria ante el Stuttgart (0-2). Un triunfo que le sitúa en cabeza de su grupo pero que al mismo tiempo le llena la enfermería después de las lesiones que Márquez y Puyol sufrieron sobre césped alemán.

Los azulgrana arrancaron asustando al animoso público alemán. Ese buen inicio se truncó de inmediato. Otra lesión muscular. Otro inexplicable contratiempo a los cinco minutos. Esta vez le tocó el turno a Márquez. La lesión del mexicano puso en liza a Puyol. Con Milito reservado, el catalán era la única opción que le quedaba a un Rijkaard que prefería introducir con más cautela a su capitán.

El cambio trastocó el inicio azulgrana. El Barça anduvo varios minutos a la intemperie. Sin tino. Sin capacidad para mandar. Una indecisión truncada por una pareja de ensueño. Ronaldinho reapareció para darle sentido al juego catalán gracias a su buen entendimiento con Messi.

La raza de Puyol truncó el panorama de la primera mitad. De un puñetazo en su propia área pasó a celebrar un tanto. De quejarse por la fragilidad defensiva de sus compañeros a remachar con la pierna izquierda un despeje de Schafer tras un cabezazo de Ronaldinho. Un saque de esquina desbarató el ánimo alemán. El Barça enfrió el partido. Una suerte que desempeñaba con criterio pero que acabó ensuciada por otra lesión. Puyol advertía molestias en su pierna izquierda solicitando un cambio que generaba caras de preocupación en el banquillo azulgrana. Esos mismos rostros esbozaron una amplia sonrisa de celebración cuando Messi amplió la ventaja.

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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