(PD/Agencias).- El Everest ya no es un lugar tan inaccesible como se podía pensar. Las autoridades Chinas han finalizado las obras para la mejora de la carretera que da acceso al campamento base.
Hace unos meses un grupo de activistas tibetanos protagonizaron una protesta en el Everest contra la decisión China de incluir su cumbre entre los lugares por los que va a pasar la antorcha olímpica de los Juegos de 2008.
Pues bien, resulta que para que dicha antorcha logre acceder de manera sencilla, las autoridades chinas decidieron construir una carretera. Ésta, ya existía, pero no había sido reparada desde 1978. Esta vía de acceso, considerada la calzada más alta del mundo, ha sido ensanchada, se han colocado quitamiedos, se han eliminado baches y ahora cuenta con 108 kilómetros de pavimento asfaltado.
Una vez cumplido su cometido, el de hacer pasar por allí la antorcha olímpica y según las autoridades chinas, servirá también para facilitar la llegada del creciente turismo a la base de la montaña más alta del mundo.
La construcción de esta carretera ha tenido un coste de 20 millones de dólares. El gobierno, que cobra altas tarifas a los montañeros que quieren escalar el Everest, espera que crezca el número de turistas y visitantes y de esa manera reembolsar el dinero invertido.
De esta manera, el Everest empezará a masificarse. ¿Donde se meterán todos? Pues en un hotel. Y es que China no se conforma con eliminar la aventura de la Gran Montaña, también propone convertirla en un paraíso rural. Qiangba Puncog, presidente de la región Autónoma del Tíbet afirma que no hay planes concretos por el momento, pero no niega que en un futuro pueda ocurrir. ¡Viva la masificación!
