(PD).-«Hay ovejas negras» (Mundo Deportivo), «¿Quién es la oveja negra? (Sport) y «En el Barça hay ovejas negras» (Marca). Todos hablan de la rajada de Edmilson. Mientras Rijkaard y Laporta se esconden -como hicieron la temporada pasada con otra rajada, la de Etoo- la prensa se hace un festín con las penas del vestuario barcelonista.
‘Marca’ muestra una fotografía de cada uno de los componentes de la plantilla del Barcelona y dice: «Edmílson la lía: ‘Puyol debería coger a alguno por el cuello'».
Este diario destaca también otros comentarios de Edmílson: «En el vestuario hay buena gente y otra que no quiere nada», «las mujeres, el dinero y la fama hacen que algunos olviden los valores» y «si se enfada alguien en el club porque diga la verdad, me da igual».
Quizá quien mejor describía la sensación que hay en torno al Barca haya sido el columnista de Sport, Josep Casanovas:
«El vestuario esta cansado de las salidas de tono de Edmílson. La directiva comienza a estar harta de que el entrenador no haga valer su autoridad aplicando una disciplina férrea. Y la afición contempla decepcionada cómo la denuncia de ovejas negras cae en saco roto a pesar de que son muchos los convencidos de que dijo la verdad. Aquí falta rigor y seriedad. No se ha roto la inercia negativa de la pasada temporada y en esta dirección el futuro es complicado ya que varios jugadores confiesan a sus íntimos que en el vestuario no hay nadie que mande».
Es evidente que cuando falta rigor y disciplina las rajadas se suceden una tras otra.
La plantilla del FC Barcelona reprendió ayer a José Edmílson por las declaraciones que efectuó el brasileño a La Vanguardia y TV3 y en las que aseguraba, entre otras cosas, que «en este vestuario hay alguna oveja negra y gente que no quiere nada». Los futbolistas azulgrana se reunieron por espacio de media hora en el vestuario del Camp Nou con Edmílson en el centro de todas las miradas y sin los técnicos presentes. Rijkaard prefirió que fuesen los jugadores los que aclarasen conceptos con él con total libertad y sin sentirse mediatizados por la presencia del entrenador.
José Edmílson pidió disculpas a sus compañeros y reconoció que se había equivocado. Sin embargo, sus explicaciones no sirvieron para evitarse el rapapolvo del resto de la plantilla. El centrocampista recibió varios toques, entre alguno de Puyol y Deco.
Más allá de las disculpas, los culés están de acuerdo en que la oveja negra es Ronaldhino y muchos piden que se vaya si no vuelve a dar la talla de una vez por todas.
