(PD).- El futbolista ha participado en la adquisición del local, cuyo contrato de alquiler estaba a punto de expirar, en una operación que podría ascender al medio millón de euros.
La noticia fue adelantada por el Diario de Sevilla el martes. Uno de los responsables de la mezquita Ad Dawa, situada en la céntrica plaza de Ponce de León, explicaba ayer que el local estaba a punto de echar el cierre a causa del vencimiento del contrato de arrendamiento.
Otras fuentes apuntan a que, además, la Fundación Mezquita de Sevilla –que se encarga de su gestión– tampoco podía hacer frente al pago mensual.
CENTRO DE ACTIVIDADES
La mezquita está ubicada en un local de 200 metros cuadrados situado en los bajos de un edificio de viviendas y funciona desde hace seis años.
El centro está considerado uno de los principales puntos de encuentro de los musulmanes de la ciudad, especialmente argelinos y senegaleses, así como de españoles que se han convertido al islam.
Según uno de sus imanes, no se trata solo de un lugar de culto –en el que los viernes se congregan más de 150 personas–, sino que allí se llevan a cabo actividades como clases de árabe, casamientos, entierros, «reconciliaciones e incluso se gestionan ayudas sociales, como la búsqueda de viviendas».
El inmueble linda con la sede de una cofradía religiosa, cuyos hermanos se interesaron por la adquisición del local para ampliar el suyo. Pero la fundación les metió un gol al ponerse en contacto con algunos de sus fieles más pudientes para evitar el cierre, dado que no tienen otro lugar para el rezo.
El proyecto de creación de la Mezquita Mayor de Sevilla en una parcela de otro barrio, gestionado por la misma entidad, se encuentra paralizado por las protestas vecinales, que exigen que el terreno se dedique a equipamiento público pese a que pertenece a la fundación y a que los tribunales han dado la razón a esta última.
INVERSIÓN INMOBILIARIA
Desde el entorno del delantero sevillista se han mostrado muy cautos, dado que se trata de su vida personal, y califican la participación de Kanouté de mera inversión inmobiliaria, versión que subrayan desde la propia mezquita.
No obstante, los responsables de Ad Dawa no han querido precisar más detalles de la forma en que el local pasará a ser gestionado por la fundación, como por ejemplo una cesión o un alquiler simbólico, por miedo a la repercusión que el caso pueda tener en la resolución del conflicto vecinal de la nueva mezquita.
No es la primera vez que Kanouté se involucra en proyectos sociales. El maliense promueve en su país la construcción de la Ciudad de los Ni-
ños, que reunirá instalaciones y servicios destinados a las necesidades de los menores huérfanos o desvalidos, y dirige una fundación para desarrollar iniciativas similares.
