(PD).-Iker Casillas, a sus 26 años, está en el cénit de su carrera como guardameta. La portensosa actuación que deparó ante el Zaragoza impidió no sólo la derrota de su equipo, sino también que el Real Madrid entrara en crisis, ya que la derrota, en este caso, hubiera sido necesariamente de escándalo.
A sus 26 años, Casillas vive uno de los mejores momentos de una carrera repleta de éxitos. Es el capitán de la selección nacional y en España nadie escatima elogios, aunque fuera del país le cuesta encontrar tantos reconocimientos. De hecho, nunca aparece en las votaciones al mejor arquero del planeta.
«Sólo me limito hacer mi trabajo», aclaró Iker, dejando claro que el trabajo de los de atrás es muy diferente al de los delanteros porque «los de arriba pueden pasar varios encuentros sin hacer un buen partido, pero los de atrás estamos obligados a estar atentos en todos». «Un portero siempre prefiere no encajar goles aunque pase desapercibido que ganar 2-1 y hacer un partidazo», señaló.
Elogios sin fin
Los titulares de los deportivos madrileños eran ayer de lo más elocuente: «»Con Casillas es imposible perder», decía ‘Marca’, y «Casillas, Rey Mago», señalaba ‘As’. Incluso el entrenador del Zaragoza, Víctor Fernández, no dudo en señalarle como «el jugador más decisivo de la Liga».
Y es que al meta madridista le llovieron elogios de todas partes e incluso en el mismo terreno de juego hubo un insólito abrazo entre él y el colegiado Iturralde González, que incluso le guinó el ojo.
Casillas no ha ganado nunca el Trofeo Ricardo Zamora, que distingue el portero menos goleado de la Liga, que no necesariamente es el mejor. En la temporada actual ha encajado sólo 14 tantos, mientras el barcelonista Víctor Valdés es el primero en esta clasificación, con 13.
Casillas es el salvador de este Real Madrid que se ha gastado este año 118 millones de euros nen reforzar el equipo
