(PD / Agencias).- Once años después el DKV Joventut ha vuelto a proclamarse campeón de la Copa del Rey, tras ganar en un igualado y reñido encuentro al Tau Cerámica (80-82), que ejercía de anfitrión y que plantó cara hasta el final, donde Rudy Fernández se consagró como el Mejor Jugador del torneo.
Un título que premió la espectacularidad y regularidad del juego mostrado por los de Aíto García Reneses, el técnico más laureado con cinco títulos, que cuenta con jugadores como Rudy Fernández, que a la quinta vez logró darle a la ‘Penya’ un título, después de once años de sequía y en su adiós a la Liga ACB y antes de poner rumbo a la NBA. Además, los de Badalona se tomaron la revancha del único precedente copero que había entre ambos, cuando en Sevilla 2004 donde el triunfo se decantó del lado baskonista.
Con sus cincos de lujo saltaron dos conjuntos a la pista, conscientes del importante premio que había en juego. Jan Jagla, con dos triples consecutivos y Hernández Sonseca dieron muestra de la intención visitante y establecían las primeras diferencias (2-8), tras las escasa aportación en el primer cuarto de un errático Rudy Fernández, que veía como sus lanzamientos eran rechazados por el aro.
Además, Pete Mickeal, ya perdonado por el ‘caso Miraflores’, encabezó la reacción vitoriana para ponerse de nuevo por delante (12-11), aprovechando los fallos de los de Badalona, que no estaban finos en el tiro y acusaban el cansancio de jugar tres días consecutivos.
Aíto García Reneses daba descanso a Rudy Fernández en el segundo cuarto, mientras Tau Cerámica seguía con su acierto, al que se unió otro de los defenestrados por el escándalo de hace unas semanas como Will McDonald, que volvía a ayudar a los suyos (25-16). Los minutos pasaban y la ‘Penya’ no lograba canasta para empezar a remontar, por lo que el preparador madrileño se vio obligado a tirar de Rudy, que no estaba tan inspirado como en las jornadas precedentes.
La suerte se alió con los de Badalona y también la benevolencia arbitral. Una falta y una técnica a Pete Mickeal les volvió a meter en el partido. Rudy Fernández no desaprovechó la oportunidad y logró seis puntos consecutivos para dar emoción a la final del segundo cuarto (30-28).
El balear, que terminó con 32 puntos, no quería que se le escapara este título en su adiós a la competición. Así, un triple suyo puso de nuevo los tablas (33-33) para que todo volviera a empezar. Rudy Fernández protagonizaba las jugadas más espectaculares y Ricky Rubio ponía nerviosos a sus rivales con su intensidad defensiva, mientras que Tiago Splitter, inédito en el inicio, surgió para ayudar a los suyos junto a la garra de un rabioso Rakocevic, que también quería llevarse la Copa.
Con emoción e intensidad se llegaba al último cuarto y con todo por decidir. El intercambio de canastas se sucedía en uno y otro aro. Aíto apostó por su principal arma: la intensidad defensiva, que no permitía a los vitorianos tiros fáciles y consumían la posesión sin recibir premio alguno (62-61). Rudy, de nuevo, se erigía en líder de los suyos y tres tiros libres adelantaba a los suyos (62-64) a falta de cinco minutos para el final.
Sin embargo, Teletovic despertó para romper la zona que había dispuesto la ‘Penya’, ocho puntos (dos triples incluidos) para encauzar de nuevo el encuentro (72-71) y para despertar al pabellón, que volvió a rugir, mientras que Rudy Fernández no le importaba hacerles callar con sus espectaculares penetraciones que permitían dar un estirón en el marcador (74-78). Pero aún no estaba nada decidido, Teletovic, de nuevo, volvió a ajustar el luminoso (77-78), y los errores se encadenaron en ambos lados por el nerviosismo del final.
Primero fue Ricky Rubio quién perdió el balón, pero Tau tampoco jugó bien sus bazas y veía como sus esperanzas se esfumaban, sobre todo cuando el descarado escolta catalán, desde el tiro libre, no le tembló la muñeca para anotar sus dos lanzamientos (77-80) y aclarar el triunfo, que tuvo que ser ratificado por Mallet (77-82) aunque Prigioni dio emoción hasta el final tras lograr un triple que dejaba el definitivo 80-82.
La nota negativa de la final la protagonizaron dos espontáneos, uno de ellos con la cara cubierta, que no dudaron en saltar a la pista antes del inicio del último cuarto con sendas pancartas en las que criticaban la ilegalización del partido político ANV, que fueron despedidos al grito de ‘Fuera, fuera’ de la afición, que no querían ver como se estropeaba el espectáculo deportivo.
