(PD).- Parece ciencia ficción, pero no lo es. El próximo mes de marzo, los visitantes del Salón del Motor en Ginebra podrán ver con sus propios ojos el primer coche submarino del mundo (aparte de los militares). Se trata de la última creación del fabricante automovilístico Rinspeed , y se le conoce como sQuba.
Para sus creadores, simboliza la realización de un sueño. Y es que, como si del coche del mismísimo James Bond se tratase, el sQuba está diseñado para dejar de ser un descapotable normal y convertirse en un anfibio con tan sólo apretar un botón.
Podrá sumergirse hasta 10 metros bajo el agua, y su capacidad para moverse en ese medio está asegurada gracias a dos hélices y dos propulsores que tiene en la parte trasera. Tiene además otro motor para la superficie, y su peso ligero y su aerodinámica le permitirán bucear con agilidad. El fabricante asegura que es un modelo «ecológico», puesto que usa energía eléctrica y combustible biodegradable.
El conductor y el pasajero de este biplaza también probaran la temperatura del agua, al tratarse de un modelo descapotable. Ambos contarán con tanques y válvulas de oxígeno para asegurar que no les falte aire durante sus incursiones submarinas.
Descapotable por motivos de seguridad
«Por razones de seguridad hemos fabricado el vehículo como un coche abierto para que los ocupantes puedan salir rápido en caso de emergencia. Con una cabina cerrada, abrir la puerta (debajo del agua) sería imposible», asegura Frank M. Rinderknecht, jefe de Rinspeed, en la página web de la compañía.
Por razones obvias, la tapicería del biplaza esta realizada con un material resistente al agua. En cuanto a la carrocería, está hecha con fibra de carbono y nanotubos de alta resistencia. Vamos, que estará al alcance sólo de los bolsillos más privilegiados.
