La familia de la víctima ha pedido a la Justicia que se impidiera la emisión en TVE de la miniserie, producida por El Mundo Ficción, que recrea los hechos y el juez ha enviado a seis guardias civiles han acudido a la televisión pública a incautarse de las cintas, que no estaban allí, sino en la productora, de donde se las han llevado. La emisión del primer capítulo de ‘Fago’ estaba prevista para la noche del lunes 10 de marzo.
Los responsables de la productora han explicado a las autoridades la «ausencia de valoración y de juicio en la miniserie», que refleja los datos que están en el sumario, «fuera de todo tipo de investigación o tratamiento documental», explica Melchor Miralles, productor ejecutivo de El Mundo Ficción, según informa su periódico.
El representante legal de la familia de Miguel Grima, asesinado en enero de 2007, el letrado Enrique Trebolle, solicitó por escrito al juez Ángel de Pedro Tomás, magistrado titular del Juzgado de Instrucción nº 2 de Jaca, el visionado de los tres capítulos de la miniserie para decidir si su difusión podría «interferir» en el proceso judicial.
Miralles considera, «sin pretender influenciar al juez, y con todo el respeto», que para conceder medidas cautelares hay que solicitar una fianza en previsión de los cuantiosos daños que pueda provocar a la productora y a la cadena.
El juez Ángel de Pedro Tomás decidirá mañana si la serie puede emitirse, una decisión que tomará tras visionar las cintas incautadas y escuchar las opiniones de las partes implicadas: la familia de Miguel Grima, el entorno del presunto asesino Rafael Mainar, así como los responsables de El Mundo Ficción.
Según Miralles, el abogado Marcos García Montes, defensor del principal encausado en el ‘caso Fago’, el guarda forestal Santiago Mainar, le transmitió hoy su postura favorable a la emisión ya que, en opinión de Montes, cualquier medida judicial anterior a ésta constituiría una censura previa.
La serie, aunque inspirada en los acontecimientos de Fago, no contiene parecidos físicos con los implicados en los crímenes. «Aquí no hemos hecho juicios ni acusaciones contra nadie», afirma Miralles. Asimismo, los personajes reciben nombres ficticios y la producción no desvela la autoría del crimen por parte de ninguno de los personajes.
