(PD).- Pedrojota y Losantos no viven horas altas. Los dos líderes mediáticos de la derecha se han dado de bocas contra Mariano Rajoy, que, pese a su insistencia, se queda al frente de su partido, «porque es lo mejor para España y para el Partido Popular». Pero no para Fedejota. El director de El Mundo dijo cuando conoció la noticia que era «una gran equivocación«. Rajoy ya no es su candidato.
Desde el diario El Mundo se han hecho apuestas de las que luego nada se supo. Son los mismos que pidieron el voto para Landelino, apoyaron como si fuera un éxito la operación Roca, enfangaron al PP en el 11-M, y ahora Pedrojota apuesta fuertemente ahora por que los resultados obtenidos por Mariano Rajoy merecen una catarsis en su partido.
El periodista riojano considera «una gran equivocación» que Mariano Rajoy trate de presentarse a la reelección como presidente del partido porque el pasado domingo, el día de las elecciones, «terminó el ciclo que comenzó en 1990», el «ciclo del aznarismo» y el «ciclo de Aznar y del sucesor designado a dedo por Aznar».
Pedrojota considera que el PP «tiene que renovarse de acuerdo con las reglas democráticas que caracterizan a todos los grandes partidos del mundo occidental». Es decir, «que hablen las bases, que hablen los afiliados» y que un nuevo líder construya «un nuevo proyecto con ideas renovadas».
«Lo mejor para el PP es que se convoque un Congreso tal y como hizo el PSOE hace ocho años para que se presenten aquellos candidatos que creen que tienen un proyecto para el partido».
Según el director de El Mundo, las tres mejores opciones para suceder a Rajoy son Rodrigo Rato, Esperanza Aguirre y, sorprendentemente, Alberto Ruiz-Gallardón.
Losantos, en la Mañana de La COPE, no llegó, como Pedrojota, a proponer a Rato ni, por supuesto, a Gallardón. Pero se ensañó con el «coro búlgaro» que son los dirigentes del Partido Popular.
Mariano Rajoy ya ha avisado que al Congreso Nacional del PP va a ir con su equipo. «¿Es que a Acebes y Zaplana no les puso él?», se preguntaba con amargura Losantos. Se la ve venir.