La joven nadadora Mireia Belmonte, ganadora de la medalla de oro en la prueba de 200 metros estilos y de la de bronce en los 200 metros mariposa en los Campeonatos de Europa disputados en Eindhoven, regresó a Barcelona junto a buena parte del equipo español y manifestó que haber triunfado en un Europeo es «fantástico», aunque ya piensa en el reto de los Juegos Olímpicos del próximo verano en Pekín, los cuales afronta como un «sueño».
A sus 17 años, Belmonte ha completado una gran actuación en Holanda, donde se ha colgado dos medallas y ha conseguido tres marcas mínimas para disputar los Juegos Olímpicos (200 y 400 estilos y 200 mariposa) y cinco récords de España, y el miércoles recibirá el homenaje de su ciudad natal, Badalona, donde por la tarde (18:30) el Ayuntamiento reconocerá sus méritos en una recepción oficial en el salón de plenos del consistorio.
La joven nadadora catalana ya empieza a pensar en intentar repetir el éxito en los Juegos Olímpicos de Pekín, según explicó a su llegada al aeropuerto de Barcelona con buena parte de la expedición española desplazada a Holanda, junto a otros medallistas como Erika Villaécija (dos medallas de plata en 800 y 1.500 libres), Nina Jivanevskaia (plata en 50 y bronce en 100 espalda) y Rafa Muñoz (dos bronces en 50 y 100 mariposa).
«El Europeo es fantástico, pero los Juegos Olímpicos son diferentes porque son a nivel mundial y allí estaremos. Para mí, son un sueño, porque hasta ahora siempre los he visto por televisión, y gracias a las marcas que he conseguido podré estar allí», explicó Mireia Belmonte, que espera «dejar la presión a un lado» en Pekín después de los éxitos que ha obtenido en el Campeonato de Europa que finalizó ayer en Eindhoven.
De su actuación en esta competición, explicó que no se conformaba con el primer oro, «porque a todo el mundo le gusta el podio», y también sus sensaciones después de ser última en la final de 400 estilos. «En mi primera final estaba muy nerviosa y no me salió bien, pero en la siguiente me dije a mí misma ‘si estoy aquí es para ganar'», relató, acerca de su preparación psicológica para conseguir la medalla de oro en la carrera de 200 estilos.
Belmonte también destacó el buen momento de la natación española y el esfuerzo para triunfar.
Somos jóvenes, tenemos dotes para entrenar y talento, y eso es lo que cuenta. Cuesta mucho trabajo y el día a día es muy duro, pero cuando consigues una marca todo el trabajo merece la pena. La natación es un deporte sacrificado y minoritario, y es una pena que no se valore porque son muchos días de trabajo en la piscina y en el gimnasio.
Muñoz: ‘Ni yo mismo me lo esperaba’
Otro de los protagonistas españoles del éxito en Eindhoven, el joven andaluz Rafa Muñoz, ganador de dos medallas de bronce en las pruebas de 50 y 100 metros mariposa, remarcó la importancia de haberse asegurado la participación en los Juegos Olímpicos y dijo que los encara «con más tranquilidad, más fuerza y confianza en uno mismo» después de sus buenos resultados en el Europeo, los cuales, según dijo, no se esperaba ni siquiera él mismo.
Yo iba con la intención de llegar a alguna final y de lograr la mínima olímpica para ir a Pekín, y he vuelto con seis récords de España, dos medallas de bronce y la sexta marca mundial en 100 metros mariposa, y lo más importante, el pasaporte a Pekín. Estoy bastante contento porque ni yo ni mucha gente se lo esperaba.
Así lo hizo Erika Villaécija, ganadora de la platas en 800 y 1.500 libres, que destacó la proyección de Muñoz. Además, agradeció el recibimiento de los medios al equipo porque es positivo para promocionar la natación y se mostró muy feliz por su actuación en Eindhoven.
El año pasado fue muy duro, no estaba bien conmigo misma. Cuando tienes buenos resultados en los entrenamientos, te acomodas, pero el Europeo está bien para volver.
Igualmente, la veterana Nina Zhivanevskaya se expresó con una gran satisfacción después de haber conseguido dos medallas en los Europeos (plata en 50 y bronce en 100 espalda). La nadadora rusa nacionalizada española lamentó no haber logrado una medalla de oro y lamentó su «mala suerte» en la carrera de los 50 metros, aunque valoró los resultados y apuntó que su gran objetivo en los Juegos de Pekín será la prueba de 100 metros espalda.
Nina Zhivanevskaya, además, destacó que su parón en la competición para ser madre y cuidar de su hija le ha beneficiado. «Estos dos años de descanso físico me han ayudado mucho a perder peso y a volver a mis mejores marcas», explicó la nadadora, de 31 años, que también aseguró haberse preparado «muy bien» para competir en Eindhoven, «pero todo eso, hasta que empiezas a competir, eso no lo sabes», concluyó.
PD/EP
