(PD).- Treinta jornadas ha tardado Schuster en encontrar el sitio de Sneijder. Contra el Sevilla, dos asistencias y media del holandés fueron suficientes para darle el partido al Madrid. No hubo balón que no pasase por las botas de este jugador.
Sneijder no llegó barato -como nadie desde que está Calderón en la presidencia- pero demostró en las primeras jornadas su valía. Cuatro goles en tres jornadas callaron muchas bocas, después desapareció.
Ante la falta de efectivos para algunas posiciones, Schuster se vio obligado a retrasar a Sneijder al mediocentro y al interior derecho donde se difuminó.
Frente al Sevilla, el entrenador alemán se decidió por un mediocampo de creación con Gago, Guti y Sneijder, más adelantado. El partido fue un monólogo del holandés que desplegó todo su repertorio: asistencias, pases a balón parado, tiros desde fuera del área… Sólo Palop privó al holandés del premio del gol.
Los dos primeros tantos del Real Madrid vinieron de sus botas. A balón parado el primero y encontrando un hueco imposible en el segundo, Sneijder rompió el partido. En el gol de Higuaín, Sneijder inauguró la jugada con un pase de 20 metros a Guti cuya genialidad hizo el resto.
Si finalmente la directiva cumple las pretensiones del entrenador y compensa la plantilla, Schuster habrá encontrado en Sneijder uno de los mejores mediapuntas de Europa.