(PD).- Rafael Nadal encontró en Miami la mejor compensación a sus esfuerzos y jugará la final del segundo Masters Series de la temporada. El número 2 del mundo se ganó ese premio al imponerse al checo Tomas Berdych por 7-6 (8-6) y 6-2.
Por segunda vez en los últimos tres años, el tenista manacorense optará al título. En la anterior ocasión, en el 2005, se quedó a dos puntos de conseguirlo tras tener una ventaja de dos sets a cero ante Roger Federer.
Esta vez el tenista suizo no estará al otro lado de la red. El número 1 del mundo sigue con problemas y en los cuartos de final cayó fulminado por el cañón de Andy Roddick (7-6, 4-6, 6-3). El estadounidense y el ruso Nikolai Davydenko se jugaban la pasada madrugada el derecho a ser el rival de Nadal en la final.
SEGUNDA FINAL DEL AÑO
«Tanto me da el rival. Para mí era muy importante llegar a otra final –el tenista manacorense jugó la última el pasado enero en Chennai–. Pase lo que pase ahora he hecho una grandísima gira» confesó a pie de pista a Arantxa Sánchez, comentarista de TVE, justo acabar el partido ante Berdych. Nadal tiene razones para sentirse orgulloso de su actuación.
Después de ser semifinalista en Australia e Indian Wells, en el cemento de Crawton Park ha encadenado cinco victorias seguidas, las dos últimas ante rivales como James Blake y Berdych que, en esta superficie, siempre le habían complicado la vida. Hasta ayer el checo le había ganado siempre en pista rápida.
Nadal lo sabía. Lo había hablado por teléfono con su tío Toni para preparar el partido.
«Hay que aguantar el saque y presionarle mucho. Tienes que estar concentrado y ser paciente. Como hiciste con Blake», le dijo el técnico, que no ha viajado a la gira americana.
FASE DECISIVA
Y así lo hizo. Nadal aguantó la salida de Berdych. Salvó tres break points (un 15-40 en el tercer juego y un 30-40 en el séptimo) para dar la estocada en su primera oportunidad de break, en el octavo juego.
Con 5-3 tuvo el primer set ball con saque en su poder, pero se le escapó.
«Fue el único momento del partido en el que fallé», admitió. Nadal tuvo otras dos bolas de set con 5-4, pero Berdych levantó la situación con el saque y forzó el tie break en el que salvó tres set balls más aunque acabó cediendo la primera manga con una doble falta.
Esa manera de perder hizo mella en la moral del checo, que perdió el saque en el siguiente juego. No hubo más. Nadal se limitó a controlar para apuntarse el set por 6-2 y la victoria en una hora y 41 minutos.
