(PD).- Aunque el Renault R28 era el mismo que el martes, Fernando Alonso se subió el miércoles por la mañana al coche y dio la segunda vuelta más rápida de los entrenamientos libres de Montmeló. ¿Qué había ocurrido? Nada especial. Simplemente, el R28 iba equipado con neumáticos slicks (sin ranuras) y eso le concedía una mejora sustancial.
«¡Son una pasada!», comentó el bicampeón mundial (2005 y 2006). «Estas gomas te conceden entre dos y tres segundos por vuelta», agregó. El español se quedó a una décima del mejor tiempo, hecho por Felipe Massa (Ferrari), también con slicks, obligatorios a partir del año que viene en la Fórmula 1.
Explica Manel Serras en El País que mientras los neumáticos rayados llevan ranuras, los slicks son completamente planos. La mejora es notable porque la superficie de contacto con el suelo es muy superior, no existe la flexión propia de las ranuras y tienen más adherencia y menos desgaste. Su principal problema, sin embargo, es que tardan más en calentarse.
Y ese problema se agravará la temporada que viene, puesto que la FIA no permitirá los calentadores. La primera vuelta con slicks deberá realizarse con mucho cuidado por parte de los pilotos. Después, conducir el coche será más fácil pese a que la FIA obligará a reducir casi un 50% la fuerza aerodinámica.
«La federación debería plantearse seriamente si ha tomado o no la decisión correcta», matizó Michael Schumacher tras probar los slicks con Ferrari.
«Creo que es un error prohibir los calentadores», añadió. Todos los pilotos coinciden en advertir que a los slicks les cuesta más coger temperatura. Pero, al mismo tiempo, todos coinciden en que circular con ellos es más divertido.
«Está bien que se reduzca la fuerza aerodinámica y se pase a la adherencia mecánica que conceden los slicks porque la conducción es mucho más entretenida. Sin tanta aerodinámica, los adelantamientos serán más fáciles. Aunque el próximo año habrá muchas reglas que cambiarán la estructura del monoplaza», matiza Massa.
Para Alonso, el cambio a neumáticos lisos es sustancial: «Lo notas en todo el recorrido. En las rectas no te frenan y en las curvas dan una adherencia muy superior». Nick Heidfeld, de BMW Sauber, comenta: «Nunca entendí por qué los eliminaron. Estoy totalmente a favor de los slicks. Van a mejorar el espectáculo».
Los slicks se introdujeron en la F-1 a mediados de los años 70 para dar más estabilidad a los coches y conseguir una mayor velocidad. Permanecieron durante más de 20 años en el Mundial hasta que fueron prohibidos en 1998 para ganar en seguridad.
La última carrera en que se utilizaron fue el Gran Premio de Europa de 1997, que se disputó en Jerez de la Frontera, donde un choque entre Michael Schumacher y Jacques Villeneuve acabó dando el triunfo al canadiense al ser descalificado su rival y perder todos los puntos.
En 2009, la FIA quiere recuperarlos para facilitar los adelantamientos y aumentar el espectáculo. Otro reto para las escuderías.
