(PD / Agencias)-. El Real Madrid vence (3-0) a un buen Athletic Club y está una semana más cerca de un título que ya sólo es cuestión de días. Saviola, Robben e Higuaín han puesto los goles en la prefiesta de la que será la 31ª Liga de los blancos.
Ya sólo queda contar los días, hubiera sido este mismo domingo si el Villarreal no hubiera hecho los deberes. Pero la fiesta podrá ser en Pamplona, el próximo domingo o en el Bernabéu ante el Barça.
El Athletic, pese al varapalo, inquietaron durante muchos minutos al Madrid, y sólo la falta de acierto en el tramo final, o el fallo de Garmendia desde los once metros no cambiaron el ritmo del partido.
El partido empezó con un ritmo endiablado. Presión asfixiante por parte del Real Madrid, movilidad de Robinho y Sneijder y gol en la primera acción clara del partido.
Saviola aprovechaba un mal despeje de Armando y lograba algo más que un gol: una clara reivindicación tras meses en la frialdad del banquillo.
El portero madridista, que está luchando por el primer Trofeo Zamora de su carrera, dejó dos fotos para el recuerdo. La primera fue un vuelo parando el tiempo durante unos segundos a lo Michael Jordan para meter una mano cambiada a un tiro de Etxeberría que iba a ser el empate.
La segunda fue un penalti parado con estilo y reflejos a Garmendia. El segundo penalti que detiene esta temporada, y eso que Iker no es un especialista en detener este tipo de lanzamientos.
En la segunda parte el partido tomó aire de correcalles, pero con un Athletic mejor plantado y dando más trabajo de la cuenta al personaje citado unas líneas más arriba. Gurpegi chutó alto y Susaeta no encontraba bien a Llorente, igual que Javi Martínez, que se desesperaba al ver que siempre se daba mal el último pase o el tiro decisivo.
Schuster decidió entonces cerrar el partido, pese a que Saviola y Sneijder lo seguían intentando, siempre bien secundados por Guti, que al mando de la nave, creaba, creaba y creaba cuando cogía el balón desde el centro del campo.
El técnico alemán dio entrada a Robben e Higuaín en el mismo lote, y en dos minutos, tanto el holandés como el argentino respondieron con goles. Primero el ex del Chelsea, tras pase del Pipita. Guti se inventa un pase largo, el argentino la deja de primeras desde la derecha para que Robben la engatillara a la red tal y como le venía.
De ahí hasta el final ya se fue ensayando la prefiesta del título, que caerá tarde o temprano, aunque tiene pinta de que sólo habrá que esperar siete días, en el Reyno de Navarra. La Diosa Cibeles dormirá sola la noche de este domingo, pero el próximo lunes es muy posible que amanezca con resaca.
