(PD).- Pepu Hernández no dimite, pero su situación al frente de España sigue siendo complicada. El todavía seleccionador convocó una rueda de prensa para explicar el último conflicto con el presidente José Luis Sáez y asegura que se ha «sentido perseguido» por la Federación.
El técnico madrileño admitió que no ha pensado en dejar el cargo y que no se siente en la obligación de pedir disculpas a Sáez por ausentarse de una reunión técnica el pasado lunes que provocó el enfado del presidente.
«No estoy en guerra con nadie ni mantengo ningún pulso. Lo que se están dando son sólo ataques en una dirección. No se ha podido leer ninguna declaración de tipo ofensivo por mi parte», comentó Hernández con tono firme.
A pesar de todos los enfrentamientos, Pepu se sigue viendo con fuerzas para dirigir al grupo durante los Juegos de Pekín. «Es un momento tan importante que no deberíamos enturbiarlo de ninguna manera», aseguró Pepu, que mostró su disposición para «terminar el ciclo con la máxima ilusión, compromiso y motivación».
En una multitudinaria rueda de prensa celebrada en un hotel de Madrid, el seleccionador quiso ofrecer su versión del conflicto que mantiene con la Federación, cuyo primer capítulo cifró en el «día siguiente a la final del Europeo».
Desde entonces, a juicio del técnico, los dirigentes han filtrado «hasta en cuatro ocasiones comentarios directos a la prensa sobre mí». «La situación es complicada, pero nada debe afectar al equipo», resumió Hernández.
El último capítulo en los malentendidos entre ambas partes tuvo lugar esta mañana, cuando se conoció un nuevo cambio de fecha en otra reunión. El encuentro del seleccionador con Ángel Palmi (director deportivo de la Federación) y Chus Bueno (director general), previsto para las 17.00 horas del jueves, se adelantará, a petición de Pepu, a las 13.00 horas.
