(PD).- Pocas veces un resultado tan contundente habrá provocado tantas dudas. España ha ganado, sí, y lo ha hecho goleando; pero nadie confía que con este juego la selección pueda alcanzar cotas mayores. Queda mucho trabajo y poco tiempo; este sábado toca Suecia, que ganó este martes a los vigentes campeones.
Desde su llegada al cargo, Gus Hiddink se ha afanado en dotar de cierta técnica al equipo. No le falta razón al afable holandés cuyo palmarés y logros le avalan, pero sí tiempo. Rusia sigue siendo un equipo basado en el físico incapaz de trenzar dos jugadas seguidas. Sólo Arshavin -ausente frente a España- aporta algo de toque a un equipo acostumbrado a encerrarse atrás a la espera de la contra.
España, en contra, representa el toque y la clase. Un fútbol vistoso y alegre concentrado en las botas de jugadores como Xavi e Iniesta pero muy poco útil ante equipos de cierta categoría. Por no hablar de la falta de competitividad del cuadro español.
El partido contra Rusia fue un espejismo. Sólo la falta de puntería de los rusos impidieron un resultado más equilibrado; España dejó los mismos huecos en defensa y cometió los mismos errores. Torres, posiblemente el jugador más determinante del equipo, sigue sin adpatarse al esquema de juego y la dependencia a Xavi es preocupante.
Cómoda victoria
Era fundamental para España comenzar el torneo con una victoria. Se consiguió y la diferencia en el marcador puede hacer parecer que fue fácil y que Rusia hizo de convidado de piedra. El caso es que no fue así. Guus Hiddink era consciente que para hacerle daño al equipo español había que ganarle por la mano en el centro del campo.
Mucho músculo en la medular rusa con Bilyatedinov como enganche de creación para buscar a Pavlyuchenko. El 15 de los rusos tuvo algún destello, pero no fue su día más acertado. Semak y Zyrianov intentaban imponer su físico para contrarrestar el juego de creación de Xavi, Iniesta y Silva. Esos dos en el mediocentro ayudados por los laterales y las bandas presionaban la recepción del esférico e intentaban anular el motor español.
Lo consiguieron durante un buen rato, pero ya había caído un tanto a favor de España. Torres, muy trabajador, presionó a Kolodin, el central ruso dudó y ‘El Niño’ lo aprovechó y no pecó de egoísta, vio a Villa llegando desde atrás y se la cedió para poner el primer tanto de la selección en la Euro.
Relajación española tras el primer gol
Los de Luis bajaron el pistón y esperaron a Rusia. Fue un error. Los hombres de Hiddink se hicieron con el protagonismo del partido casi hasta el final de la primera mitad, con disparo al palo de Anyukov incluido. La defensa española estaba muy nerviosa y sólo Capdevila aguantaba el tipo. Hasta Sergio Ramos fue superado en velocidad en varias ocasiones por Zhirkov.
Pero en el minuto 44 de partido, Iniesta sacó la escuadra y el cartabón para trazar un pase genial que asistía a Villa, aprovechando la salida de los centrales rusos. El asturiano de primeras sumaba su segundo tanto por debajo de las piernas de Akinfeev y dejaba muy tocado al combinado ruso al borde del descanso.
Rusia no había conseguido llevar el partido al terreno físico, que era donde esperaba tener opciones serias de victoria. Y eso le pasó factura en la segunda parte. La reanudación vio a un equipo con ventaja y esperando y a otro con serios problemas si no jugaba al contragolpe.
Festival de juego en la segunda parte
Casillas tuvo algo de trabajo pero nunca se tuvo que emplear a fondo. Sí lo hizo Igor Ankifeev, que hoy soñará con el que probablemente termine la primera jornada de la fase de grupos como máximo goleador del torneo, David Villa.
Con el bajón físico de Rusia llegó el espectáculo español. Senna se limitaba a contener y Xavi e Iniesta bajaban para comenzar la jugada. Silva aprovechó para lucirse y disparar a puerta con diagonales muy peligrosas.
Fernando Torres, que no obtuvo el premio del gol, se marchó en el minuto 54 para que Cesc entrase en su lugar. Cambio de jugadores y cambio de sistema, Villa solo arriba y Fábregas incrementó los efectivos y le dio más empaque al centro del campo.
Debut y exhibición de Santi Cazorla
Hubo debut oficial para Cazorla, que demostró que saliendo desde el banquillo puede ser el hombre clave para desequilibrar un partido complicado. El del Villarreal dio toda una lección de visión de juego y de movilidad. El asturiano comenzó la jugada del tercer gol. Excelente cambio de juego hacia Ramos que entraba por la derecha y asistía a Villa. El otro asturiano del equipo conseguía un hat trick importantísimo para la delantera, algo dubitativa en los últimos encuentros de preparación.
En los minutos finales, España decidió darle un respiero a los rusos, del que se aprovecharon. Pavlyuchenko anotó de cabeza en el 86 para reducri distancias muy tarde. Tuvo otro arreón el equipo de Hiddink y pudo caer el 3-2, pero en una contra rapidísima, Cesc anotaba tras un rechace del meta ruso a una volea de Xavi.
El 4-1 final hizo justicia sobre todo tras lo que se vio de España en la segunda parte, ya sin el corsé que ciñe a los jugadores en el primer partido de una campetición importante. Mejores sensaciones tras una goleada basada en un estilo propio que se sigue asentando y que es definido por delanteros como Villa y seguro que por Torres en las próximas citas. La defensa sigue siendo el asunto pendiente, pero de momento hay que disfrutar de la victoria.
LA FICHA DEL PARTIDO:
4 – España: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila; Senna; Iniesta (Cazorla, m.63), Xavi, Silva (Xabi Alonso, m.77); Villa y Fernando Torres (Cesc, m.54).
1 – Rusia: Afinkeev; Anyukov, Shirokov, Kolodin, Zhirkov; Sychev (Bystrov, m.46, Adamov, m.71)), Zirianov, Semak, Semchov (Torbinski, m.57), Bilyaletdinov; y Pavlyuchenko.
Goles: 1-0, m.20: Villa a placer tras pase de Torres. 2-0, m.44: Villa bate por bajo a Akinfeev tras una asistencia al hueco de Iniesta. 3-0, m.75: Villa con la derecha. 3-1, m.86: Pavlyuchenko de cabeza. 4-1, m.90: Cesc de cabeza a placer.
Árbitro: Konrad Plautz (AUT). No mostró ninguna cartulina.
Incidencias: Primer partido del Grupo D de la Eurocopa 2008, disputado en el estadio Tivoli Neu, ante la presencia de 28.000 espectadores, la mitad españoles. Presidieron el encuentro los Príncipes de Asturias. Junto a ellos estuvieron en el palco de honor Boris Gryzlov, presidente del Congreso de Rusia, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, Jaime Lissavetzki, Secretario de Estado para el Deporte, Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico español, Angel Villar, presidente de la RFEF, junto a los presidentes de Real Madrid, Atlético de Madrid, Valencia, Villarreal y Racing de Santander.
