(PD).- ¿Alguna vez se ha planteado cómo debe ser esa mujer de voz sugerente de esa línea caliente que anuncian en la televisión? ¿Será tan recio y viril el que está al otro lado del teléfono como imagina? Phillip Toledano, un fotógrafo británico afincado en Nueva York, sí.
El resultado: un libro que recorre, fotografía a fotografía el no tan sórdido mundo del sexo telefónico. Bajo el título ‘Phone sex‘ pone rostro a las voces anónimas de una industria que mueve millones en todo el mundo.
60 años, casada y con un máster
«Tengo 60 años, tengo un máster en Antropología Cultural por la Universidad de Columbia y llevo 25 años casada».
Es uno de los testimonios del libro, que cuenta que sabe que los hombres le llaman «para masturbarse, por supuesto», pero gana «el doble de lo que ganaría en una empresa privada».
«No es cuestión de sexo: es un cócktel de testosterona alimentada con la adicción a la pornografía, la soledad y la necesidad de escuchar la voz de una mujer», comenta. Su nombre profesional, Scheherezade.
Otro de los testigos se ve como alguien «que habla a las mujeres». «Me desean», asegura, «he recibido ofertas a diestro y siniestro, pero todo se reduce a conversaciones telefónicas».
