(PD).- Sergio Ramos y el seleccionador español, Luis Aragonés, mantuvieron una tensa conversación en presencia del resto de jugadores al inicio de la práctica de la mañana.
Por espacio de cinco minutos se pudo observar cómo Ramos y Aragonés conversaban con algún gesto airado ante las cabezas y miradas bajas de sus compañeros y los gestos de Carlos Marchena, que pedía dar por zanjado el asunto.
Aragonés dio un toque de atención público a Ramos ante los periodistas el jueves. «Cuanto mejor futbolista eres, más orden tienes que tener en todos los sentidos, también en el exterior. Es un chico que es una gran persona, pero hace alguna cosita que no debe fuera del campo. Los códigos andan por caminos por los que debe entrar, ya lo he hablado con algún otro», dijo restando importancia y sin explicar claramente de qué se trataba.
El técnico reconoció que está hablando mucho con Sergio Ramos para que aprenda los «códigos del fútbol».
«Hablamos de códigos del futbol que debe entender. Es una gran persona y un gran profesional, pero debe entender cosas y debo hablarlas con él. Es un cambio de impresiones que no tiene nada que ver ni con el fútbol ni con nada dentro del campo», explicó el jueves tras una nueva conversación con Ramos en la cancha de entrenamiento de Neustift.
Aragonés siempre defiende la calidad de Ramos, titular en el lateral derecho de la selección, pero ha sido uno de sus quebraderos de cabeza por sus subidas al ataque a veces alocadas.
El jugador, que se mantiene aislado de la prensa desde el inicio de la Eurocopa, fue cazado en una discoteca en su primer día libre tras el partido ante Rusia.
El diario sueco «Aftonbladet» publicó una foto en la que se veía al defensa en una discoteca con un amigo.
«Era su día libre, no me pilló a mí en una discoteca de milagro, porque no me vio o porque no me conoció», bromeó cuando un periodista sueco le enseñó la foto. «Sale muy bien», dijo sobre Ramos, y luego explicó con buen humor: «En su día libre puede hacer lo que le dé la gana, creí que era peor cuando me mostró la foto».
«Igual un día voy con él», bromeó Aragonés.
