La selección, uno a uno

(PD).- Senna, Silva pero, con nombre propio, Iker Casillas. El partido frente a Italia fue un ejemplo de brillantez, desgaste y tesón.

Iker Casillas (10): El salvador. Apareció por primera vez en la Eurocopa para salvar a España. Sacó a relucir su agilidad en una acción en la que Camoranesi chutó a placer tras la asistencia de cabeza de Luca Toni y en un cabezazo en la prórroga de Di Natale. Estuvo firme por alto, rápido en las salidas y dio seguridad al equipo. Paró dos penaltis en la tanda para ganar el duelo particular a Buffon, en la batalla de los dos mejores porteros del mundo.

Sergio Ramos (6): necesitaba un buen partido para quitarse la tensión. Sufrió la inspiración de Antonio Cassano, pero ayudó a los centrales en el juego aéreo luchando con todo ante Luca Toni y eligió bien sus subidas al ataque. Un error en el pase pudo costar caro a España en la primera mitad. En la segunda mejoró y en la prórroga mostró su enorme potencial físico.

Puyol (8): apeló a la máxima concentración para frenar a Luca Toni. Peleó cada balón como si fuese el último. Se anticipó bien y lideró la defensa española. Su mejor partido de la Eurocopa.

Marchena (8): cumplió las consignas de Luis Aragonés para igualar su nivel al de Puyol y estar perfecto. Salvó un remate peligroso de cabeza de Luca Toni en la primera mitad y no cometió errores.

Capdevila (6): comenzó nervioso pero mejoró con el paso de los minutos. Se centró en defender, subió poco pero cuando lo hizo creó peligro con sus centros.

Marcos Senna (9): mantuvo su línea en la medular, clave en el buen nivel defensivo de España y rápido en la construcción. Ayudó siempre a sus compañeros en coberturas y marcajes. Acabó fundido físicamente pero dándolo todo en cada balón. Marcó el tercer penalti de la tanda.

Iniesta (5): comenzó en la derecha, gris como en el inicio de campeonato, y Luis le cambió de banda buscando su mejor cara. En el costado izquierdo lanzó más diagonales pero con poco peligro. Tuvo una ocasión, con pared con Villa, que remató mal, al lateral de la red. No estuvo bien.

Xavi (6): manejó a España de manera brillante desde que se desató de la presión con la que saltó al inicio. Comenzó lento pero a base de entrar en juego hizo dominador a la selección. Se fue con mala cara cuando Luis le quitó, a treinta minutos del final, para entregar el mando a Cesc Fábregas.

Silva (9): pura brillantez. Comenzó en la banda izquierda antes de bordarlo en la derecha. Se marchó siempre de Grosso, con regates hacía adentro que culminó en peligrosos disparos a la portería italiana. Su ocasión más clara la tuvo en la prórroga, rozó el gol con un disparo potente ajustado al palo al que no había llegado Buffon.

Villa (7): sólo la pudo pegar a puerta con lanzamientos de falta. Brillante en la lucha, el máximo goleador de la Eurocopa, no tuvo suerte en los últimos metros con caídas o jugadas que no completaba por milímetros. Fue víctima de un claro penalti de Ambrosini (m.17) que no señaló el colegiado. Marcó su penalti de la tanda, el primero.

Fernando Torres (6): se vació en la pelea con los centrales y lanzando desmarques que no tuvieron buen final. No disfrutó de ocasiones de gol y se las tuvo que buscar él. Su acción más brillante, con recorte y cambio de ritmo acabó con un disparo que no encontró puerta. Luis les sustituyó a cinco minutos del final.

Cesc (7): llegó el momento que estaba esperando con treinta minutos para jugar en su verdadero puesto, en lugar de Xavi, y manejar el fútbol de España. El fútbol le tenía guardado ser el quinto lanzador de la tanda y marcar el penalti que mete a España en semifinales.

Cazorla (8): el revulsivo de España aportó lucha pero no la brillantez de sus anteriores apariciones en la Eurocopa. Se movió bien pero no aportó remate y eso que le cayó en la prórroga el último balón del partido, tras asistencia de Güiza, y chutó cruzado antes de ver a Villa. Tiró el segundo penalti de España en la tanda final y marcó engañando a Buffon.

Güiza (5): entró por Torres en los últimos cinco minutos para dar desmarque a la selección y buscar el remate. La tuvo, pero controló con la mano. En la prórroga disparó cruzado en una acción y buscó con poco éxito a Villa. Falló el cuarto penalti prolongando su mala puntería desde que acabó la Liga.

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