Del Bosque: «La familia es mucho más importante que el fútbol»

Del Bosque: «La familia es mucho más importante que el fútbol»

(PD).- Si Aragonés es borde y taimado con la Prensa, Vicente del Bosque es cabal, honesto, bonachón, nítido y habla sin gatos en la barriga, aunque no desvele secretos ni debilidades. Recuerda una infancia muy feliz, solo, con un balón, la calle y los amigos, y no hay quien se lo imagine abroncando a un equipo. El nuevo seleccionador, a examen para la revista Época.

¿Es verdad que cuando gana España mejora la vida sexual de las españolas? Se ríe. “Eso pregúnteselo a ellas”, responde este hombre reposado que no parece sacar jamás los pies del tiesto. Se educó con niños y un balón en la calle; no hacía falta más. “Éramos muy felices con lo que teníamos: una pelota y unos amigos. Ahora ya cuentan con más cosas, pero hay que buscar un equilibrio entre la tele, la Play, la actividad física… Sí, tuve una infancia feliz”.

Oiga, yo también pasé una infancia maravillosa en el Club de Tenis de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, donde mi padre jugaba al tenis con Manolo Santana, el ambiente era magnífico. ¿No le acongoja, como a mí, ver ahora allí esos rascacielos?

Ha sido mi segunda casa, pero creo que el Real Madrid necesitaba hacer esa operación, estaba obligado a un cambio. A los románticos nos duele, pero esas instalaciones estaban ya obsoletas para un equipo de Primera División.

Todos dicen que ha sido la salvación del club. “Si no la salvación, al menos una gran inyección”. Dice el nuevo seleccionador que su mujer no es nada futbolera y que no le ha sido difícil atender al tándem familia-trabajo.

La familia y su salud es lo más importante, mucho más que el fútbol. A mi mujer no le gusta mucho, pero claro que ha visto muchos partidos. No me ha costado compaginar.

Es conocida la predilección por su hijo mediano, que tiene síndrome de Down, “aunque adoro a los tres”. Por fin la sociedad se ha dado cuenta de que estos niños pueden trabajar en muchísimos sectores. La Caixa y la ONCE ayudan, ¿no?

Naturalmente, tenemos que acostumbrarnos. Hay una sensibilidad que permite ver con normalidad la discapacidad. Nosotros tenemos un equipo de fútbol con estos niños que ha ido por todos los campos de Madrid. Es muy emocionante. Estoy especialmente concienciado por lo que me toca. No digo que sea un privilegio para los padres tener un hijo así, pero a nosotros no nos ha creado ningún problema, sino todo lo contrario.

Jamás he visto una manifestación nacionalista como la celebración de la victoria en la Eurocopa. ¿Había muchas ganas de bandera o la gente se consolaba por la subida de la hipoteca?

Es cierto que ha habido una exaltación patriótica grande; eso es bueno en su justa medida, pero yo me quedo con la exaltación futbolística, con lo que ha sido el futbol español, lo bien que lo han hecho, que han competido.

No sólo han ganado, sino que han sabido ganar, que es muy difícil. Y han expresado un sentimiento de buenos chavales, que es positivo para la juventud que les apoyaba, una gran masa. Eso es lo que me toca valorar. Es indudable que el país se ha visto reforzado con este triunfo que, desde luego, ha sobrepasado los límites de los futbolístico.

Le insto a que me explique por qué los que no somos nada futboleros vimos todos los partidos con fruición y pasión. Niños, setentañeras…

Ha habido una conjunción de sentimientos, han visto a un equipo joven, bien dispuesto, fresco, unido, que ha ganado adeptos a medida que ha pasado el torneo. Los medios también han contribuido. Mi misión tampoco es extrapolar de lo puramente futbolístico, pero el fútbol es algo más que un mero deporte, tiene un gran contenido social que une y desune a la gente.

¿Y por qué este furor creciente de las mujeres por el fútbol? Ahora son ellas muchas veces las que mandan al marido a la cocina para ver a gusto el partido. “Porque la sociedad ha ido evolucionando y ya no hay esas diferencias hombre-mujer”.

Para un madridista, ¿qué tiene de diferente el alma de un colchonero de la de un merengue?

Todo aficionado tiene rasgos comunes, pero acabas siendo forofo de uno u otro por antecedentes, porque te gusta tal jugador o tal otro. El chaval se va haciendo de uno u otro equipo.

Su pasión por el fútbol empezó en la calle con un balón y niños.

A los 17 me trajo el Real Madrid, donde me eduqué, formé y empezó mi etapa de meritorio (era muy delgadito y el club nos mandaba a Cedeira, La Coruña, para ganar un poquito de cuerpo).

Estuve dos o tres años cedido en el Castellón y el Córdoba y volví al Madrid en el 73 con 22 años. Fueron 11 años en el club muy bonitos. Luego fui entrenador de la cantera de jóvenes…

Dice Del Bosque que lo más bonito de intentar sacar chicos de la cantera es formar futbolistas, pero también inculcar hábitos, costumbres, maneras de comportarse en la vida.

Siempre tuve la inclinación de hacerlo con los que era más difícil, no más fácil. Había chicos difíciles, de provincias, que no habían tenido el afecto necesario en su familia. Es una labor enriquecedora en muchos sentidos, porque con los guapos, rubios y estupendos había que esforzarse menos.

Una de sus temporadas favoritas fue en el Castilla, porque tuvo la sensación de ser el primer entrenador, de tener unas obligaciones, de contar con un equipo estupendo, del privilegio de entrenar a un filial. “Pasar de ser mandado a mandar está muy bien”.

Todos dicen que es usted muy educado y muy correcto, pero también lo contrario de Luis Aragonés. ¿Cómo es que se llevan tan bien? “No creo que sea ni mejor ni peor que el anterior. Cada uno tenemos nuestro carácter y una experiencia y formación diferentes”.

Quiero saber cómo maneja un entrenador a una pandilla de jovencitos multimillonarios. Es fácil despegar los pies de la tierra cuando tienes tanta fama, dinero y seguidores detrás de ti, ¿no?

Salvo contadas excepciones, son todos gente normal que no pierden su perspectiva de lo que eran en el pasado. Se ganan el dinero porque se lo merecen y lo que tienen que hacer es saberlo ganar, disfrutar y guardar.

Se habla de que en el fútbol también existen operaciones malayas. Alfonso Ussía me dijo que había gente de poco fiar entre los directivos y el dineral que mueve el fútbol.

Habrá sospechas, pero hay que ser bienpensado. Nunca he estado en la parte económica y no puedo opinar. Como siempre, el tipo recto no tocará nada y el que sea un pinta hará de las suyas.

¿Se considera patrimonio cultural histórico del Real Madrid?

Si el Madrid tiene 106 años de vida, yo he pasado un tercio con él. He sido meritorio y profesional y he intentado transmitirmuchos valores a los equipos. Para un chico de provincias como yo, es casi un sueño. Estoy contento de lo que he hecho, con mis errores y mis limitaciones. Estoy satisfecho y el club se ha portado bien conmigo. He conocido desde presidentes como Bernabéu hasta otros mucho más modernos. ¿Lo mejor del fútbol? Que no es gané, sino ganamos. ¿Lo peor? Las derrotas, aunque sólo son derrotas deportivas. Y ésas no son las peores…

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