Francisco Umbral, el genio perenne

Francisco Umbral, el genio perenne

Christian Rubio (PD).- Hace un año que un ataque cardíaco se llevó la vida de Francisco Umbral. El carismático escritor dejó un legado de más de 80 libros y cientos de crónicas y columnas, impregnadas de su sátira e ironía tan peculiares. Su personalidad, tan amada y controvertida a la vez, marcó el mundo de la literatura y el periodismo con su sello para siempre.

A los 72 años de edad, Umbral sufrió aquel terrible fallo cardiorrespiratorio en la Clínica Montepríncipe de Boadilla de Monte (Madrid). Atrás dejaba 4 años en los que su salud ya estaba resentida con una neumonía y la extirpación de una parte del colon. Atrás dejaba toda una vida de éxitos en su carrera y de una terrible desdicha: la muerte de su hijo a los 6 años de edad a causa de una leucemia. El profundo dolor llevó a Umbral a dedicarle una de sus novelas, Mortal y rosa.

Su melena canosa, sus gafas de pasta, sus muchas bufandas y su voz profunda siempre nos quedarán como un recuerdo indeleble. Le consideraban irritante y agreste, y así lo expresó Juan Cruz. Pero nadie dudaba de su calidad humana y su espíritu bondadoso. Su carácter no dejaba a nadie indiferente, y todo el mundo admiraba su chocante sinceridad que aireaba sobretodo en los platós de televisión.

Genialidades como El Giocondo, Travesía de Madrid, Los metales nocturnos y Días felices en Argüelles quedan como páginas gloriosas del castellano del siglo XX. De la capital de España, ciudad donde nació, siempre guardó un cariño especial que plasmó es sus novelas. Recibió el premio Nadal de literatura por su obra Las Ninfas (1975). En 1996 se le concede el Príncipe de Asturias y en el año 2000 el premio Cervantes, galardones que compensaban tantos años de gloria literaria.

El mundo de la literatura y el periodismo quedó completamente conmocionado tras su desaparición. Como Vicente Verdú, que escribía de él que “todo era posible para Umbral ante la página en blanco”. Incluso la Corona se mostró afectada por la pérdida. Se marchaba “una figura imprescindible de las letras españolas”, una figura que “creó escuela” para Francisco Nieva y un “articulista formidable” para Luis María Anson.

En su último título, Amado siglo XX, el escritor hace balance de su vida y de todo un siglo, en una mezcla propia de memoria y literatura. Este día 28 de agosto hace un año que nos dejó Francisco Pérez Martínez, Francisco Umbral en nuestros corazones, un símbolo en nuestro periodismo del que conservaremos para siempre su último aliento, su genio perenne, su voz y sus letras.

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