(PD).- El Real Madrid logró su primer triunfo de la temporada ante un Numancia recién ascendido que se mostró muy atrevido en su visita al Santiago Bernabeu y que llegó a inquietar, por momentos, al último campeón de la Liga española, en un encuentro que, sin tener gran calidad, resultó entretenido.
A pesar de haber afirmado en la víspera que estaba en disposición de jugar, Schuster optó por reservar de entrada a Raúl, y colocó al argentino Higuaín como pareja de ataque del holandés Van Nistelrooy; con la baja, por pubalgia, de Sergio Ramos -que, al parecer, jugó infiltrado el partido internacional contra Armenia-, Salgado defendió la banda derecha; y el alemán alineó a su paisano Metzelder en detrimento del argentino Heinze en el centro de la retaguardia.
El croata Sergio Kresic repitió en el Bernabeu el ‘once’ inicial que sorprendió hace dos semanas en Los Pajaritos al Barcelona (1-0), en el reestreno de los sorianos en Primera División, categoría en la que compiten por cuarta vez en su historia. Con Gorka Brit en punta y los galones de mando para Mario, Nagore y un sensacional Moreno.
El Numancia, muy suelto
Nada tenía que perder el Numancia en el Bernabéu. Y el partido ofrecía vías trampeadas para los blancos. Así que los de Soria salieron sueltos, tal y como había vaticinado Schuster la víspera, y a los siete minutos ya dominaban en el marcador, tras marcar Moreno, de fuerte testarazo, tras un córner que sacó Cisma por la izquierda.
El ’10’ rojo pudo ampliar la ventaja cuatro minutos después, mediante un fuerte disparo desde fuera del área, en unos momentos en los que los visitantes se crecían en un Bernabéu que fue testigo del debut liguero del único refuerzo local, el holandés Rafael Van der Vaart, que causó grata impresión y, además, marcó.
Tampoco agacharon la cabeza los sorianos tras el empate a uno, logrado por Guti de un impecable zurdazo que rozó en Boris y que supuso el gol número 5.000 en liga del Real Madrid. Porque instantes después, Barkero, de anotación aún más bella que la anterior, instalaba, desde muy lejos, el 1-2, para mayor alegría de los seguidores castellanos, que disfrutaban el momentáneo liderato de su equipo entonando el ‘Soria entera está de borrachera’.
Remontada del Madrid
Pero los excesos suelen ser nocivos y la embriaguez balompédica se tornó en ligera jaqueca para la afición soriana, cuando, en tan sólo siete minutos, el Madrid le dio la vuelta al partido, con goles del efectivo Higuaín -que, sin nuevas incorporaciones, tiene en sus pies la oportunidad de su vida- y de Van der Vaart, éste de bella ejecución: desde el vértice del área y pegado al palo.
Y puede que alguno, incluso, padeciese de migraña, cuando, a falta de cinco para el descanso, Cisma erró un despeje e introdujo, de cabeza, el balón en sus propias mallas, abriendo paso al primer triunfo liguero de la temporada del último campeón.
La segunda mitad sirvió para que el partido mantuviese su estatus de vistoso, con un Numancia que demostró enorme talla y frescura y que a los once de la reanudación acortaba la diferencia mediante una falta directa que ‘clavó’ Moreno y que para alguno sirvió de analgésico. Que en dosis doble necesitaron seguramente Metzelder y Diarra, tras arrearse mutuamente un soberbio cabezazo, en desafortunada acción en el centro del campo a falta de un cuarto de hora para la conclusión.
El Numancia, que siguió tocando bien, apretó, literalmente, hasta el último minuto, en el que Del Pino, que había entrado por Mario, pudo nivelar el partido. Al final, el Madrid se llevó los tres puntos. El crédito, no obstante, se lo llevaron los de Soria.
