Argentina se moviliza en busca de una superficie dura

(PD).- La final de la Copa Davis entre Argentina y España tendrá una superficie diferente a la que sus tenistas estuvieron acostumbrados históricamente, la de tierra batida, porque los anfitriones argentinos han decidido cambiar por una sintética.

«Sabemos que España es muy duro, por eso mi deseo y el de los tenistas es jugar sobre carpeta sintética y bajo techo» en noviembre próximo, dijo el capitán del equipo sudamericano, Alberto Mancini, tras la victoria del domingo ante Rusia (3-2) en la semifinal.

«Todavía no sé donde, pero veremos», comentó Mancini, el primer capitán argentino que llega dos veces a una final por la ensaladera de plata, la de 2006 ante los rusos y ésta, en casa, ante España. David Nalbandian, el jugador emblemático del equipo rioplatense, propuso Córdoba, la capital de su provincia natal, y señaló como posible el estadio Orfeo, con capacidad para 9.000 espectadores, que podría ampliarse a 10.000, y en el que se estudia el montaje de una superficie dura. Desde la Asociación Argentina de Tenis (AAT), que en principio rechazó la mudanza a Córdoba, surgieron voces que afirman que una carpeta sintética también puede montarse en el estadio Mary Terán de Weiss, del Parque Roca de Buenos Aires, donde el equipo local ha disputado sus últimas cinco series.

Claro que esta opción no se ajusta a las pretensiones de Mancini y los jugadores, que quieren un escenario techado. El cambio supone la adopción de un recurso para atenuar en lo que sea posible al intratable Rafael Nadal, que según los argentinos es «una máquina» de precisión en la tierra batida y, a lo mejor, un poco menos -no mucho- en una superficie rápida. Al parecer, en la AAT hay indicios de que la Federación Internacional (ITF) se pondrá firme en su exigencia de que haya por lo menos 12.000 plazas para el público. «El estadio Orfeo parece adecuado, aunque en los próximos días tendremos que hacer una visita de inspección técnica», dijo Barbara Travers, portavoz de la ITF, a los medios de prensa argentinos.

«No se puede esperar realmente que un país construya un estadio para una final», agregó Travers, aunque aclaró que las reglas en cuanto al aforo son claras. Una versión que indicaba que la empresa que patrocina publicitariamente la Copa Davis, BNP Paribas, no tenía interés en que se juegue la final en Córdoba, ciudad en la que no cuenta con sucursales, fue desmentida por portavoces de ese banco.

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