(PD).- Lo dijo Juan Luis Cebrián: «No haremos ERE en El País pero sí realizaremos algunos ajustes». Estos ajustes selectivos han comenzado y consisten en ofrecer bajas incentivadas a los más veteranos de la plantilla.
De momento, son pocos pero significativos los que lo han aceptado, aunque no se descartan que algunos más se vayan sumando en breve.
Las negociaciones son individuales, aunque desde el Grupo se niega que sea un plan coordinado, sino que son bajas que se pueden negociar en cualquier momento del año.
Uno d elos que parecen haber salido ya es Bosco Esteruelas, uno de los periodistas de peso en España. Bosco cuenta con una larga trayectoria como corresponsal internacional. Ha ejercido en Bruselas, Washington o Tokyo, donde se destacó por su crónicas sólidas y plagadas de buena información.
Su salida ha ido precedida de un doloroso e infumable calvario.
No obstante, las bajas -al menos cinco de históricos de la casa- se están produciendo ahora, en plena crisis de difusión y en el marco de la caída de ingresos publicitarios de El País y de la prensa española en general.
¿Coincidencia? No lo sabemos, aunque lo cierto es que muchos trabajadores han preferido abandonar el diario en momentos en que las cosas están revueltas y en que se les ofrecen buenas condiciones de prejubilación.
Como ya hemos dicho, las salidas son selectivas y se ofrecen sólo a los más veteranos de la redacción.
Otra característica de este proceso es la rapidez con que se producen las salidas. La negociación es corta y el abandono de los profesionales se produce en menos de una semana. En la empresa advierten que las salidas son muy puntuales y que responden a un plan que está abierto todo el año y al que se puede acoger cualquiera que cumpla los requisitos. Las pocas salidas han generado sin embargo, algunos desajustes en secciones clave, ya que los profesionales que se van, generalmente ejercían labores de coordinación en sus respectivas áreas como Economía, Opinión e Internacional.
De momento en Prisa, creen que estas salidas -que podrían mantenerse hasta fin de año- más el fin de algunos colaboradores, ajustarían la plantilla lo suficiente como para capear el temporal publicitario, sin realizar el temido ERE.
