(PD).- Federer encontró el consuelo en su tierra, Basilea, donde repitió el éxito por tercer año consecutivo tras superar en la final al argentino David Nalbandián (6-3 y 6-4), que le llevó al cuarto título de una temporada que transita por debajo de las expectativas generadas que le llevaron a ceder el número uno del mundo.
El tenista helvético añadió Basilea a los triunfos en Estoril, Halle y el Abierto de Estados Unidos. Cuatro premios en ocho finales disputadas. Salió malparado de las de los Masters Series de Montecarlo y Hamburgo y de las de los Grand Slam de Roland Garros y Wimbledon. En todas superado por el español Rafael Nadal, el jugador que heredó su corona como el mejor del circuito.
Roger Federer tardó setenta minutos en ganar al sudamericano, que intenta afrontar a punto el tramo final del curso. Especialmente para la final de la Copa Davis que el próximo mes le enfrentará a España en Mar del Plata.
Sin embargo, el tenista de Córdoba, uno de los que mejor tiene tomada la medida a Federer, le ha ganado ocho de los diez duelos que han disputado, salió malparado del choque de Basilea. Nunca inquietó al suizo y ni siquiera dispuso de ocasión alguna para romper el saque de su rival y enderezar el partido.
Nalbandian afrontó en Basilea su cuarta final del año. Ganó Buenos Aires, al principio de curso, y Estocolmo hace dos semanas. Perdió la de Acapulco. Y ahora la suiza. Se mantiene como octavo jugador del mundo. Ahora acude a París para defender el título que conquistó hace un año en el último Masters Series de la temporada.