Bullock da la victoria al Madrid en la última jugada

Bullock da la victoria al Madrid en la última jugada


(PD).-El Real Madrid logró una trabajada victoria en casa ante el Armani Jeans de Milán (70-69) en el partido correspondiente a la cuarta jornada de la Euroliga celebrado en el Palacio de Vistalegre, gracias a una canasta de Louis Bullock a falta de 3,8 segudos para el final, que dio un respiro a su equipo en la competición, y a Joan Plaza en el banquillo.

Gracias a este agónico triunfo, el equipo madridista suma dos victorias en cuatro partidos en la máxima competición continental, y afronta con aires renovados sus próximos compromisos en el torneo, que le deparan sendas salidas para enfrentarse al Efes Pilsen y Panionios. Por su parte, el Armani Jeans sigue sin conocer la victoria hasta el momento.

Hasta la aparición salvadora de Bullock, la poderosa pareja interior formada por Felipe Reyes y Jeremiah Massey sostuvo a los suyos en el partido. La conexión entre ambos fue inmejorable dentro de la pintura, siendo un continuo quebradero de cabeza para los de Rocchi, que tuvieron en Michael Hall a su mejor hombre. Junto a ellos, Sergio Llull, que volvió a demostrar en Euroliga estar más que capacitado para tomar responsabilidades en el equipo en ausencia de Raül López.

Tras ir por delante durante toda la segunda parte, el Madrid recibió un parcial en contra de 0-8 que situó el partido del lado transalpino. Al triple de David Hawkins, le siguieron dos tiros libres por técnica a Felipe Reyes y un nuevo tiro de tres de Luca Vitali para poner a los milaneses con cinco puntos de ventaja (64-69) a falta de poco menos de un minuto para la conclusión.

Contra las cuerdas, los blancos no tuvieron otra salida que presionar sin descanso el saque de fondo de los italianos, complicando la salida de balón y recuperando posesiones que resultarían vitales. Una sensacional entrada a canasta de Llull y dos tiros libres convertidos por Reyes devolvieron la vida al equipo local, que se lanzó a la victoria en el último ataque.

Fue entonces cuando apareció Louis Bullock. El escolta de Michigan apareció cuando su equipo más lo necesitaba para darles la victoria a 3,8 segundos del final con una habilidosa entrada a canasta. La gran defensa en la siguiente jugada dio el triunfo a los madridistas, que ni siquiera dejaron tiempo para la replica a los italianos.

El conjunto madridista saltó al parqué con la intención, cuando no la necesidad, de retomar el buen camino en la Euroliga después de las últimas dos derrotas consecutivas. Atentos a los cortes en defensa e inspirados en ataque bajo la dirección de Pepe Sánchez, los de Joan Plaza no tardaron en obtener cómodas rentas en el luminoso.

Un movimiento de balón fluido en ataque y una férrea defensa atrás, sólo superada por los lanzamientos exteriores de los italianos, permitieron al equipo blanco afrontar el partido con relativa tranquilidad durante los primeros minutos. Pero un oportuno tiempo muerto de Piero Bucchi logró recolocar a su equipo y cortar el buen momento en ataque del Real Madrid, que perdió el dinamismo con que se había desarrollado hasta entonces.

La marcha de Reyes y Massey restó contundencia en ambas zonas a los madridistas, y permitió a la escuadra lombarda tomar la iniciativa del encuentro. Con el conjunto local desubicado, el tiro exterior del Armani Jeans sirvió de palanca para estirar el marcador hasta los nueve puntos de diferencia.

En ausencia de claridad en ataque, los de Joan Plaza se valieron de la defensa para recuperar su sitio en el partido. A ello se sumó la intensidad de Sergio Llull, que tras unos minutos de desacierto, protagonizó un gran final de segundo cuarto para apretar el electrónico y permitir que los suyos se marcharan al descanso con sólo un punto de desventaja.

De nuevo, una buena salida de los vestuarios permitió al equipo de casa colocarse arriba. La pareja interior formada por Reyes y Massey recuperósu conexión bajo los tableros y el norteamericano volvió a convertirse en un difícil problema para la quebradiza defensa interior milanista, incapaz de contener el buen hacer madridista en la pintura.

El equipo lombardo, que tuvieron en Mike Hall a su descongestionador particular, se deshinchó el tercer periodo al ritmo que lo hizo el ala-pívot criado en la Universidad de George Washington. Parte de culpa correspondió a la defensa del Real Madrid, que tomó nota de la receta y subió líneas para el inicio del último asalto.

La intensidad defensiva permitió a los de Plaza mantener bajo control el partido, pero no reportó grandes beneficios. Así, la inoportuna lesión de Pepe Sánchez restó estabilidad al equipo blanco, que tras un triple de David Hawkins vio cómo el Armani empata el partido a 64. Sería el comienzo de un parcial de 0-8 y de la pesadilla para un Real Madrid que se tornó finalmente en un plácido sueño gracias a Bullock.

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