(PD).- Florentino se ha cansado de estar callado mientras se le atacaba desde la actual directva. Esto va a ser la guerra, el día 7 de diciembre es la Asamblea de socios y ahí se van a tirar los trastos a la cabeza. Que estén preparados todos los socios que aquello estará que arde.
Y va a producirse una guerra a muerte. Florentino Pérez, que hizo directivo a Calderón (le llegó a dar el mando sobre el baloncesto) no está dispuesto a callarse y ya no perdona los ataques que éste ha perpetrado contra él. Pero Calderón tampoco perdona. Se olvida quizá de que, aún después de escribir una carta de denuncia contra el entonces presidente, éste le introdujo en la Directiva a pesar de la opinión de sus colaboradores. Ahora va a cargar contra él. Y la ocasión es la Asamblea de Socios del próximo 7 de diciembre según publica la Nación.
Y más concretamente las cuentas de Calderón. Entre las que maneja la actual dirección del club y las que critica el equipo de Florentino media un abismo.
Sólo unos datos:
– Florentino dejó en la Caja del Club 103 millones de euros
– A 30 de junio de 2008, Calderón reconoce en la Tesorería 84 millones
– Estos 84 millones recogen los cobros por anticipado del estadio (palcos, zonas vips…)
– Hasta ahora, estos ingresos se imputaban a la temporada siguiente; si se hubiera hecho así, la Caja del Madrid sólo tendría ahora cinco millones de euros
– Existe la disparidad sobre los conceptos de endeudamiento neto y financiero. Calderón sólo reconoce 199 millones; el neto (diferencia entre lo que debe y lo que le adeudan a una sociedad) ascendería a 340 millones.
– En la cuenta de resultados, y en contra del criterio de la Directiva de Florentino Pérez, Calderón ha activado el valor de los jugadores. En tiempo del primero, este valor era amortizado inmediatamente y se colocaba por tanto en cero. Ahora se hace lo contrario, lo cual reporta a la sociedad unos beneficios de 86 millones
– Estas discrepancias llevan a una conclusión final: Calderón asegura que el club está en beneficios consolidados antes de impuestos de 51 millones de euros, y su oposición registra, por el contrario, una pérdida de 34 millones.
La guerra está servida.
