(PD).- Por los pelos. El Real Madrid ganó por la mínimima al Recreativo, evidenciando que no sabe a que juega. Los aficionados madridistas volvieron a despedir a su equipo entre pitos y pañuelos.
Por su parte, en otro de los partidos del sábado, el Villarreal perdió su condición de invicto en Liga y cayó con estrépito (0-3) ante un Valladolid que ha sacado 9 de los 12 puntos para desfilar con éxito ante cuatro de los grandes en la subida más infernal del calendario –sólo cayó ante el Barça–.
Una derrota que beneficia al Real Madrid porque se coloca segundo con un punto más que el ‘submarino amarillo’, pero que no apaga el fuego que sigue luciendo en la casa blanca. Los de Bernd Schuster volvieron a ofrecer una imagen pobre, sin construcción de juego y con un equipo que da la sensación de estar muy justo de argumentos.
Argumentos que se remiten al ‘Pipa’ Higuaín, que se retiró lesionado en la segunda parte, a Guti que arriesga más que el resto, y a un Gago que soliviantó los problemas de la zaga blanca, donde Segio Ramos suplió a un Cannavaro que permanece en la enfermería.
Ese mismo lugar donde hace tiempo que está instalado el club de Chamartín. Así pasó, un disparo lejano de Sneijder –marcado por la fortuna porque golpeó en la rodilla de Beto– fue el único tanto del partido, en el que el ‘Decano’ del fútbol español tuvo sus oportunidades.
Camuñas y Javi Guerrero fueron de lo mejor en los albiazules que a punto estuvieron de sembrar el silencio con una galopada de Adrián Colunga, que quedó en nada cuando el choque llegaba a su fin. El Madrid también las tuvo, pero más fruto del azar que del fútbol en sí.
Al final, victoria insípida de los de Schuster que cumplen con su promesa por el momento y suman la primera victoria –de las siete pactadas– tras una mar de turbulencias entre Copa y ‘Champions’. Ahora algo respiran los merengues, pero de forma asistida.
