Sopena: «Rosa Diez es una socialista despechada que se ha convertido en capitana del nacionalismo español»

(PD).- El que fuera portavoz oficioso en TVE de Felipe González en sus años más grises, Enric Sopena, arremete contra todo lo que no sirva a los intereses del PSOE. De la líder de UPyD dice: «No hay que olvidar la fascinación creciente que muchos peperos parecen sentir por Rosa Diaz (sic), una socialista despechada, que se ha convertido en capitana del nacionalismo español, gracias sobre todo a la cobertura que le proporciona la derecha mediática«. Para, luego, volver a clavar el diente sobre el PP.

¿Qué diría Sopena sobre Rosa Díez si hubiera preferido seguir chupando del bote y no ser consecuente con sus ideas y abandonar el PSOE? Nada. ¿Y si hubiera ganado el Congreso y hubiera sido ella la encargada de liderar el partido socialista? Ni mu.

Sigue así el periodista alineado:

Los votantes habituales del PP están cada vez más desconcertados o divididos. Unos añoran a José María Aznar, como recordaba esta semana Luis María Anson.

Enric Sopena hace un análisis de lo que ha ocurrido en el PP y los medios no adictos al Gobierno después del atentado de ETA:

Sigue la derecha radical acusando a Zapatero de connivencia con ETA. No le perdonan el proceso de paz. Afirmar que “hoy ETA vive mejor” es una insidia despreciable y, sin duda, un modo de decir que la política de Zapatero en materia terrorista se ha basado en complacer a los matones. Puede interpretarse asimismo en otra clave. Cual es la de marcar profundas distancias entre la gestión de Rajoy –a quien tildan de vendido al zapaterismo- y la de Aznar. Ocurre, sin embargo, que la estrategia de derrocar a Rajoy puede acabar siendo un boomerang para sus patrocinadores y, en paralelo, para la derecha española en general.

Continúa Sopena en su diario digital:

“Cada vez son más los populares que claman por la vuelta de Aznar”, advierte Anson con satisfacción irrefrenable. El ex director de ABC y de La Razón fue uno de los jefes –junto a Pedro J. Ramírez, entre otros- del llamado Sindicato del Crimen, aquella amalgama de periodistas cavernarios, oportunistas y conversos que declararon la guerra a Felipe González con el fin de echarlo de la Moncloa para así entronizar a Aznar. Pero Anson se equivoca.

Y concluye con su argumento de siempre en El Plural: «La derecha extrema».

Le pierde la nostalgia de un tiempo ya pasado, que en la actualidad resulta irrepetible. Aznar navega por el embravecido mar del descrédito, mientras que Aguirre provoca indignación y hasta miedo por su delirante ultraliberalismo, entre otras notables torpezas. La derecha extrema fue derrotada el 14-M de 2004 y cuatro años más tarde, otra vez. Hace un mes, le dio la puntilla a los neocon Barack Obama. Llega un tiempo nuevo y la derecha no se entera. Peor para ellos.

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