(PD).- Lo primero que han decidido es congelar los sueldos de todos los que ganenn en el Grupo más de 80.000 euros al año. Lo segundo que han aprobado los accionistas de PRIS es la emisión de instrumentos financieros por valor de 2.000 millones de euros como tope máximo. Lo tercero, un eventual aumento de capital social, si es que el mercado de deuda no da los resultados económicos esperados.
la cosa está que arde. En la reunión el nuevo Presidente de la Comisión Ejecutiva, Juan Luis Cebrián y el reconvertido Presidente no ejecutivo, Ignacio Polanco han analizado el presente de la compañía, han intentado explicar la elevada deuda de la compañía y también han atacado a la competencia.
La reunión de esta mañana tenía como principal objetivo que los accionistas autorizaran a los gestores de Prisa a que emitieran los instrumentos financieros necesarios para aliviar la compleja situación financiera por la que atraviesa la compañía, que a finales de septiembre presentaba una deuda total cercana a los cinco mil millones de euros. En cuanto a esta deuda, Cebrián ha intentado transmitir confianza a sus accionistas destacando el valor estratégico y las perspectivas a mediano plazo de la compañía.
Cebrián explicó el endeudamiento como ‘fruto del extraordinario crecimiento de la compañía durante esta década. El grupo ha triplicado prácticamente su tamaño desde que salió a Bolsa en el año 2000’. Desde esta fecha Prisa ha invertido, sólo en adquisiciones, casi 4.900 millones de euros, y todo ello lo hizo sin ningún refuerzo de los fondos propios. Por lo tanto, -añadió-, ‘el nivel de endeudamiento de PRISA no era, ni es, estructural. Responde a una transición concreta en el momento de reordenar nuestros activos audiovisuales’.
Cebrián destacó que ‘si nos mostramos confiados es porque conocemos la fortaleza de nuestra empresa’. Subrayó la rentabilidad de todas las actividades del Grupo y la solidez de las cuentas, así como la capacidad de generación de caja del Grupo, como bases sobre las que ha de fundamentarse la nueva estructura accionarial y la recomposición de la deuda. En este sentido, avanzó que Prisa espera cerrar 2008 con una facturación cercana a los 4.000 millones de euros y un ebitda de más de 900.
¿Soluciones? Según la documentación de la Junta -y como ya había adelantado Cebrián- los valores a emitir tienen relación con bonos, valores de renta fija, tanto simples como convertibles, obligaciones canjeables en acciones, warrants. En definitiva instrumentos que alivien la compleja situación de la compañía y que tendrán un tope máximo equivalente a 2.000 millones de euros con un plazo máximo de ejecución. Más deuda a cambio de liquidez en el mediano plazo. Prisa tiene en marzo del próximo año, un vencimiento cercano a los dos mil millones.
Adicionalmente a estas medidas Prisa ha propuesto poner en marcha una vía de financiación adicional que consiste en aumentar el Capital Social en una o varias veces hasta el límite nominal máximo permitido, equivalente a la mitad del actual capital: 10.956.775 euros. Prisa explica esta segunda vía, complementaria si la emisión de deuda no obtiene los resultados esperados, por la posibilidad de que el mercado se vea limitado debido a la coyuntura actual. ‘Por ello Prisa desea mantener abiertas las vías de las ampliaciones de capital para su posible utilización cuando las condiciones de los mercados lo hagan aconsejable’.
Pero no es lo único. Durante su intervención Cebrián también advirtió de la necesidad de adoptar medidas de austeridad y ahorro, con recortes sustanciales del gasto como ejercicio de responsabilidad ante la coyuntura económica de crisis. La idea es reducir el gasto en un 5% en los Presupuestos 2009. Para ello se han planteado varios caminos como suspender el pago de dividendos con cuenta al próximo ejercicio, congelar los sueldos a ejecutivos que ganen más de 80.000 euros anuales brutos, racionalizar el uso de materias primas, enajenar actividades en pérdidas y que no sean estratégicas (como Localia). Descartó que estas medidas afecten el empleo de sus trabajadores, aunque no descartando recortes puntuales.
