(PD).- El delantero del Olympique de Lyon, Sydney Govou, fue arrestado tras el partido del conjunto francés ante el Olympique de Marsella por conducir con una tasa de alcohol superior a la permitida. Últimamente son muchos los futbolistas pillados borrachos llegando a los entranamientos o saliendo de discotecas en estado de ebriedad.
Según informa Marca la prueba ofreció un resultado de 2,6 gramos de alcohol por litro de sangre, lo que significa cinco veces más que el límite legal en Francia de 0,5 gramos. Inmediatamente, Govou vio su permiso de conducir confiscado por la policía y no pudo marcharse hasta que estuvo sobrio, aunque ahora se tendrá que enfrentar a un juicio.
UN PROBLEMA FRECUENTE
Los que más fama tienen de borrachos son los jugadores ingleses por su cultura de la cerveza. Paul Gascoigne es un ejemplo claro. El genial centrocampista ha tenido muchos altercados debido a su adicción a la bebida y su última noticia fue El 11 de septiembre de 2008, cuando fue ingresado en un hospital de El Faro, en Portugal, por una supuesta sobredosis de alcohol y drogas, siendo dado de alta al día siguiente tras un lavado de estómago.
Otro caso de futbolista perdido por el alcohol es el brasileño Adriano. El delantero fue expulsado del entrenamiento del Inter por llegar al campo borracho.
Los jugadores brasileños también han sido presas fáciles a la hora de caer en estos vicios y hace unos meses el presidente de la Federación brasileña, Ricardo Teixeira, reconocía que en el Mundial «había jugadores que llegaban (a la concentración) borrachos entre las 4 y las 6 de la mañana».
En España también se conocen casos en los que el alcohol y las drogas han hecho mella a futbolistas. Un caso grave, que incluso casi le cuesta la vida, fue el del ex barcelonista Julio Alberto. El ex jugador, adicto al alcohol y a las drogas, intentó suicidarse en el verano del 2002.
