(PD).- ETA ha despedido el año 2009 como el 2006, con un atentado con coche bomba. En aquella ocasión fue contra el aparcamiento de la T-4 en Barajas (Madrid) y causó dos muertos. Este miércoles, el objetivo han sido los medios de comunicación. O, para ser más exactos, «acojonar» a los periodistas.
Una furgoneta bomba colocada por tres terroristas explotó en Bilbao minutos después de las once de la mañana junto a la sede de la radiotelevisión autonómica vasca (EiTB) y otros medios de comunicación sin causar víctimas. Sólo ha habido un herido leve, un trabajador de Antena 3 al que la explosión le ha afectado un tímpano.
Tras la explosión, los tres etarras huyeron en un Citroën C2. La Ertzaintza ya los está buscando.
Las instalaciones habían sido desalojadas una hora antes tras recibir los bomberos un aviso de un comunicante anónimo en nombre de la banda terrorista. La voz que avisó del atentado era una grabación distorsionada.
El fuerte estallido, en un atentado en el que los terroristas han empleado unos 100 kilos de explosivo, causó importantes daños materiales en la fachada del edificio, formada por cristaleras que se vinieron abajo.
Como explica Angeles Escrivá en El Mundo, los medios de comunicación, los periodistas, son una obsesión recurrente para ETA, que no se ha olvidado de amenazar a la televisión pública vasca durante años. Uno de los primeros documentos escritos de la banda en el que «analizaba» la conveniencia de atentar abiertamente contra los medios de comunicación data de finales de 1994.
Un documento interno de KAS «aconsejaba» este tipo de estrategia como un modo de acallar a un sector que, a los ojos de los terroristas, se estaba comportando como un instrumento servil y, por tanto, a las órdenes del Estado español, en la represión que le atribuyen a éste contra Euskal Herria.
Pero, probablemente, la referencia más reciente por escrito revitalizando esta estrategia sea la recogida en los documentos de Francisco Javier López Peña, Thierry, uno de los jefes arrestados recientemente y en quien se personifica la decisión de poner fin a la última tregua. Además, el último comunicado hecho público por ETA mientras López Peña era el número uno de la banda mencionaba explícitamente a la EiTB.
Desde 1994 hasta ahora, ETA ha ido destinando un apartado de sus boletines internos o Zutabes a los medios de comunicación. Aseguraba que los medios se habían convertido en un «instrumento de guerra efectivo de los Estados contra la resistencia vasca» y los acusaba de «alentar» la «represión de los Estados amparándola y justificándola», de estar interesado en que «el conflicto perdure de manera permanente».
Uno de esos documentos fue difundido entre el semillero de ETA Segi, poco antes de que algunos de sus miembros atacaran la sede de EL MUNDO en Bilbao, una de las afectadas también en esta ocasión junto la de EitB y la de Antena 3.
EiTB, objetivo preferente
No obstante, EiTB ha venido siendo desde hace años uno de los objetivos preferentes de la banda en esos boletines internos. Los terroristas han venido acusando a la televisión pública vasca, entre otras cosas —y a pesar de la amplia cobertura que este medio ha dado desde siempre este a los dirigentes de la izquierda abertzale— de «desfigurar su imagen» y de no dar una información objetiva y ecuánime.
En esos Zutabes, el punto siguiente siempre ha venido siendo una relación de periodistas a los que llama «periodistas policías» y a los que sitúa de manera especial en su punto de mira.
En 2004, varios de los periodistas con esta clasificación pertenecían a la televisión pública vasca. Muchos de ellos recibieron cartas de amenaza. ETA aseguró que le molestaban muchas cosas de ellos. Su susceptibilidad es tal que, entre los elementos que señaló como especialmente molestos y que estos periodistas realizaban de manera invariable estaban hechos tales como que se les llamara terroristas o que a los reclusos de la banda les llamaran directamente presos de ETA y no presos vascos.
