Federer no da opciones a Safin


(PD).-El duelo prometía, pero el suizo Roger Federer lo redujo a un monólogo y tras vencer al ruso Marat Safin por 6-3, 6-2 y 7-6 (5) avanzó a los octavos de final del Abierto de Australia.

Desde que el partido quedó fijado hace dos días, el aficionado al tenis se frotaba las manos. En la retina de muchos quedaba aquella fabulosa semifinal del 2005 ganada por Safin después de salvar una bola de partido en el desempate del cuarto set, y liquidar después en el quinto. De ahí tomó aliento Safin, para proclamarse campeón el domingo al vencer en aquella final al australiano Lleyton Hewitt.

Safin había cuidado este partido con mimo. Al ruso le gustan los desafíos como éste y el tercer duelo contra Federer en Australia podría ser un revulsivo para el resto de una temporada incierta para el moscovita.

Pero su juego dista mucho del que le llevó a ganar el Abierto de Estados Unidos en 2000 y en aquella mágica noche al propio Federer en Melbourne cinco años después. Ahora Federer domina aún más los enfrentamientos, con 10-2, tras ganar los cuatro últimos.

Sólo en el último set, cuando Safin comprendió que se jugaba el todo por el todo, incluso su dignidad, sacó a relucir su talento innato, y también su ingenio, cuando se puso a discutir con un juez de línea en el desempate, cuando perdía por 4-1, para frenar a un Federer que ya estaba lanzado. Marat se colocó con 5-4, pero el suizo ejerció de maestro con el saque y ganó los dos puntos seguidos.

Un partido así no podía acabar si no es con un gran punto, un broche de oro. Y Federer lo guardó para el final, un perfecto paralelo de revés ante la subida suicida de Safin que contempló como el partido tenía dueño y él se quedaba sin armas. Federer se medirá ahora con el checo Tomas Berdych, que se deshizo del suizo Stanislas Wawrinka, por 4-6, 6-1, 6-3 y 6-4.

Ivanovic se despide en tercera ronda

Alisa Kleybanova, vigésimo novena favorita, acabó con la serbia Ana Ivanovic, quinta cabeza de serie y finalista el pasado año, por 7-5, 6-7 (5) y 6-2 en la tercera ronda del Abierto de Australia.

No obstante, la Ivanovic de este año dista mucho de la jugadora que luchó en la final del 2008. Desde que Ana ganara el título de Roland Garros, apenas ha alcanzado dos semifinales, la de Zurich y la de Linz. Y en este comienzo del 2009 probó fortuna en el torneo de Brisbane, pero fue eliminada en cuartos por la francesa Amelie Mauresmo.

Kleybanova saludó el triunfo arrodillada por la emoción tras enviar una derecha cruzada fuera del alcance de Ivanovic, en el segundo punto de partido. La rusa ponía así fin a un agónico partido en el que Ivanovic siempre fue atrás en el marcador, incapaz de sobreponerse al juego de su rival y mostrando lagunas ofensivas impropias de su talento.

Kleybanova, sin título alguno en su palmarés, llegó a estar con 3-0 en el segundo set, y luego con 5-4 hasta que Ivanovic, a base de coraje forzó el desempate, donde la serbia estuvo a dos puntos de abandonar.

Pero en una reacción casi olvidada, Ana logró mantener la contienda para llegar al tercer set, donde una vez más su inconstancia permitió a su rival tomar delantera. Tanta agonía tenía que decidir el partido a favor de la rusa, que a la segunda oportunidad remató el encuentro y cayó de rodillas para celebrarlo.

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