Los espías del mensajero

Los espías del mensajero

(PD).- Se queja el diario El País de quienes quieren matar al mensajero en el escándalo de espionaje de Madrid. Pero cuando el mensajero puede destrozar las reputaciones y las carreras políticas de al menos tres personas, Esperanza Aguirre, Francisco Granados e Ignacio González, el mensajero está obligado a someterse a un escrutinio implacable.

Afirma Edurne Uriarte en ABC que más exhaustivo aún que el de los acusados por el mensajero. Primero, el de las pruebas. Y segundo, el de los intereses del propio mensajero, que ni es neutral ni es inocente. Ni en este caso ni en el de los demás mensajeros.

El propio periódico El País publicó el domingo una entrevista fascinante con el legendario periodista Jean Daniel cuya lectura debería ser obligatoria para todos los estudiantes de Periodismo.

Afirmaba Jean Daniel que «la capacidad de hacer el mal que tiene el periodista es devastadora. En un día o en una hora se puede deshacer una reputación, se puede transformar a alguien que tiene fama de ser honesto en un terrible malhechor. Es un poder terrible».

Porque es un poder terrible, quien lo tiene debe estar en condiciones de sostener con pruebas contundentes sus acusaciones. Que es lo que falta aún en este asunto. Las pruebas que permitan inculpar a un político determinado o al Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Lo que hay, por el momento, es más bien otro fenómeno periodístico que también denunciaba Daniel, una determinada presentación de noticias, es decir, una construcción de un relato de sospechas sobre unos presuntos culpables y la orientación de la atención hacia esos acusados.

Y porque es un poder destructor, el mensajero también tiene que estar en condiciones de responder a otras preguntas. Como las relativas a sus propios espías.

¿Quién ha facilitado al mensajero las fotografías e informes publicados? ¿Quién tiene en España el poder para conseguir ese material? ¿O quizá para fabricarlo? No precisamente los Mortadelo y Filemón de los que se reía el ministro Rubalcaba.

Y, sobre todo, debe permitir el mensajero que nos preguntemos los demás quién es el beneficiario de este escándalo. Que no es otro que el Partido Socialista.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído