Beckham reconoce que jugar en EEUU es frustrante

David Beckham
David Beckham

David Beckham no quiere volver a EEUU. El inglés ha reconocido que jugar en la liga americana es muchas veces «frustrante». El ex del Real Madrid estaría encantado con seguir más tiempo en el Milan y no tener que regresar después de que finalice su cesión.

«Jugar aquí es el sueño de todo jugador. Pero decidir no es fácil: es un asunto que requiere tiempo», confiesa Beckham en su primera entrevista a un periódico italiano, que publica el diario milanés «Corriere della Sera».

«Estoy bajo contrato y tengo mucho respeto al Galaxy. Pero la posibilidad de jugar en el Milán es algo especial… Sabía que me iba a divertir, pero no esperaba divertirme así. De todas formas soy una persona muy respetuosa».

El jugador inglés reconoce los esfuerzos para mejorar el nivel que se están haciendo desde la Liga de fútbol estadounidense, en la que él ha jugado y debe jugar aún, según su contrato con Los Ángeles Galaxy, aunque cree que aún llevará algo más de tiempo en EE.UU. equipararse con los campeonatos europeos.

«Debo admitir que, habiendo jugado en Europa, a veces ha sido frustrante participar en algunos partidos. Pero de vez en cuando, viajando de un estado a otro (de EE.UU.), me he divertido también», afirma Beckham.

El futbolista asegura que en el Milán ha sido muy bien recibido y que sus compañeros han hecho todo para que estuviera a gusto desde el principio en un equipo en el que además de él hay otras estrellas del fútbol, entre ellas, los brasileños, a los que Beckham reconoce un gran talento.

«Dentro de algún tiempo Pato se convertirá en uno de los mejores jugadores del mundo. Es muy joven, pero lo importante es no echarle presión encima. Y después está Ronaldinho: había jugado contra él en tiempos del Real Madrid-Barcelona, pero jugar juntos es otra historia», dice Beckham.

«El único, sin embargo, con el que deseaba de verdad jugar, por todo lo que representa, es Paolo» Maldini, añade. Y es que Maldini se ha convertido en el gran amigo del inglés en su soledad milanesa. Con él ha ido a cenar y ha podido poner en práctica ese italiano sobre el que trabaja una hora todos los días.

«La única cosa que me falta es mi familia. Vivo en un ambiente muy reservado. Sé que la gente se esperaba que frecuentara los ambientes más mundanos, porque eso es lo que la gente piensa de mí. Fui al desfile de Armani, pero esa era la segunda vez en quince años».

A Beckham le gusta cantar bajo la ducha las canciones de las Spice Girls, el grupo de su esposa, Victoria Adams, pero antes del partido, confiesa, prefiere ponerse los temas del puertorriqueño Marc Anthony o algo de salsa, aunque no la sabe bailar.

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