(PD).- El Barça sigue imparable camino al triplete. Los azulgrana se clasificaron para las semifinales de Copa tras ganar al Espanyol (3-2) pero no les resultó nada fácil. El Camp Nou acabó pidiendo la hora. Algo que no se esperaban cuando se pusieron con un 3-0 en el marcador.
Después de que en el minuto 56, Gerard Piqué marcara el 3-0, el Camp Nou ya celebraba la clasificación de su equipo para semifinales. El Espanyol parecía abatido, bajaba los brazos y parecía que su sueño copero era una quimera.
Pero el equipo de Mauricio Pochettino tiró de orgullo. Marcó Coro, en un remate afortunado que rebotó en Puyol en el minuto 59, y en la siguiente llegada a puerta (m.69) Callejón contó con la colaboración de Pinto para poner los nervios en la grada y la semifinal en el alero.
Los dos goles del Espanyol le pusieron emoción a un clásico, que parecía resuelto después de los goles de Bojan Krkic y el de Piqué, en una noche nada afortunada de los porteros.
El error en el minuto 35 de Cristian Álvarez parecía definitivo para el Espanyol. Hasta entonces los de Pochettino habían resistido sin excesivos agobios el asedio del Barça, incluso Jonathan Soriano (m.25) tuvo una ocasión que recordará siempre, cuando erró solo ante Pinto, un mano a mano resuelto con demasiada ansiedad por el delantero blanquiazul que mandó el balón por encima del larguero.
Antes, Gudjohnsen había marcado en fuera de juego e incluso Cristian Álvarez había estado bien colocado al desviar un centro envenenado de Bojan Krkic, titular en la habitual posición de Samuel Etòo, hoy en el banquillo.
Apostó Guardiola por un equipo con más titulares que suplentes, justo lo contrario de Pochettino, con un equipo repleto de jugadores poco habituales. Puso a Alves y a Messi por la derecha, jugó Xavi y también Puyol, pero el Barça se enredó en el orden del Espanyol.
Los azulgrana no llegaban en exceso, la ocasión más clara fue un remate de cabeza de Xavi, pero todo cambió en el minuto 35. Un disparo lejano de Sylvinho no pudo ser detenido por Cristian Álvarez, el rechace lo cazó Bojan, muy atentó para abrir el marcador.
Con el 1-0, el Espanyol se desmontó y el Barça se sintió más fuerte, en un ejemplo más de que el fútbol es un estado de ánimo. Por eso los diez minutos finales, los de Guardiola tuvieron hasta cuatro buenas ocasiones.
Messi no enganchó bien un rechace desde la frontal del área (m.37), Gudjohnsen dispuso de otras dos ocasiones más (39 y 42), incluso Xavi tuvo cerca el 2-0 en una primera parte en la que, más que los aciertos del Barça, prevalecieron los errores del Espanyol, el de Cristian Álvarez en el gol de Bojan y el de Jonathan, en la ocasión que desperdició.
En los primeros minutos del segundo tiempo, los de Guardiola ofrecieron su mejor fútbol. El Barça, desbocado, marcó el 2-0, en una buena acción de Bojan Krkic (m.48) y ocho minutos más tarde, un centro de Alves fue aprovechado por Piqué para situar el 3-0 en el minuto 56.
La eliminatoria parecía cerrada, se preveían minutos complicados para el Espanyol, pero los blanquiazules reaccionaron y el Barça se relajó. Coro aprovechó un rechace, remató, el balón dio en Puyol y despistó a Pinto en el minuto 58. El partido ya había cambiado.
En el segundo remate a puerta de los espanyolistas, Callejón sorprendió a Pinto con un tiro desde la frontal y puso el 3-2 y la emoción en las gradas en el minuto 69.
Guardiola puso a toda su artillería en juego, a Iniesta y a Etòo. El Espanyol, con más empuje con calidad, lo intentó, pero el Barça, aún sufriendo, se clasificó para semifinales, donde ya le espera el Mallorca.
Carles Puyol, central del FC Barcelona, tuvo que retirarse durante el encuentro copero ante el Espanyol a causa de una contractura en el recto anterior de la pierna izquierda y deberá someterse a pruebas médicas para determinar el alcance de la lesión.
Puyol se lesionó en el segundo tiempo del partido ante el Espanyol y fue sustituido en el minuto 60 por el uruguayo Martín Cáceres.
El capitán barcelonista se someterá mañana a una serie de pruebas médicas, según adelantó el entrenador del FC Barcelona, Josep Guardiola.
