(PD).-Mirar más por el dinero que por Cataluña es algo que no esperaban los catalanistas de Joan Laporta. El presidente del Barcelona sigue en sus trece de vetar a la televisión Autonómica Catalana si no pagan lo que le piden. El director del Centre d’Estudis Contemporanis, Alfred Bosch, critica al Barça por «hacerles soportar a Telecinco».
Bosch en una columna en el periódico Avui califica la actitud del Barça de la siguiente manera:
«La piconadora azulgrana, crecida por su estado de gracia, insinúa que una cosa es el dinero y otra las banderas. Parece un discurso inapelable, pero alerta. La Masia no tendría que olvidar los himnos patrióticos sólo cuando le conviene. También a partir de anomalías históricas, el mundo cule esconde buena parte de su fuerza en una melena de catalanidad, y si de la noche al día le pasamos las tijeras, seguro que algunos poderes se desbravarán.»
Bosch considera que «más allá de personas y de marcadores pasajeros, justo es decir que aquello que no tenía discusión en dictadura, ahora es discutible. ¿Es saludable que el Barça sea punta de lanza nacional y embajador planetario? No puede ser que actúe de freno a la normalidad del país? Quién explota a quién?»
«A muchos nos hace templar que cada éxito azulgrana sea una fiesta de banderas, y que un gran triunfo nos lleve a las puertas retóricas de la independencia. Pero la cruda realidad es que el Barça juega a la Liga española, y que su reto más excitante no es ser el mejor de los europeos, sino derrotar, pisar y humillar el Real Madrid«
«¿Podemos decir que su extrabonus de identidad, condensado en goles, nos acerca a una nación más libre? ¿Y si el préstamo de energías patrias sólo sirviera para llenar una vitrina y unas arcas? No pasa nada, es lícito que un club se aproveche de su patrimonio identitario, pero de aquí a hacernos soportar las ‘carallotades’ de Tele-5 hay un trozo de daño, que acabará para perjudicar a la misma Barçalunya», concluye.
