(PD).- Estaba cantado. La utilización del sumario que se ha hecho en plena campaña electoral, al alimón entre el juzgado de Garzón, ex número dos del PSOE con Felipe, y PRISA, con El País de golpeador mayor y la SER rematando, quedará para los anales. Objetivo: dar la puntilla al PP de Rajoy. Una vez contados los votos, esconden la cabeza debajo del ala. Ni siquiera parecen tener ya más chivatazos desde la oficina de Garzón para seguir abriendo sus portadas. Se acabaron las elecciones, adiós a las filtraciones. Burdo.
Han sido semanas repartiendo portadas -páginas interiores, editoriales, columnas, reportajes y amplio despliegue los domingos-, unas para el caso del espionaje en la Comunidad de Madrid y otras para la Operación Gürtel. Titulares y más titulares (algunos desmentidos por el propio firmante de la noticia, Francisco Mercado, y otra, incluso, contradicha por el juez Garzón, desvelando, así, el secreto del sumario), páginas y más páginas, horas de radio y televisión,… Hasta que llagaron las elecciones. ¿Ya no hay nada más relevante que contar? ¿Ya no quedan golpes de efecto para abrir a toda plana el periódico más vendido en España? ¿No habrá en el sumario otro caso como el de Camps y sus trajes? Al parecer, se agotó la mercancía.
Ni este lunes ni este martes El País dedica una sola línea a sus temas preferidos durante casi dos meses. Ahora toca analizar las elecciones a lo grande, y no hay siquiera un hueco en la portada para temas de tantísimo calado y que siguen vivos y coleando en la Asamblea de Madrid y en el juzgado de la Audiencia Nacional de Baltasar Garzón.
El viernes, dos días antes de que vascos y gallegos acudieran a las urnas -y a falta de filtración propia-, el diario de PRISA fusilaba una noticia de El Confidencial de Jesús Cacho según la cual «Camps llamó varias veces a su sastre mientras éste declaraba ante la policía». El sábado, a 24 horas, El País iba a por la presidenta de la Comunidad de Madrid: «Aguirre impone formato y testigos para amordazar la comisión del espionaje».
Domingo, 1 de marzo. Se acabaron las filtraciones. Comienzas las cábalas y elucubraciones sobre lo que va a ocurrir, ha ocurrido y ocurrirá en Galicia y el País Vasco. ¿Se le ha acabado a Garzón la artillería o está esperando a que le quede el hueco grande en la portada?
