(PD).- Los oyentes de la cadena SER han podido oir este jueves en directo la indignación de la presidenta de Madrid porque se difundiera de nuevo una información falsa. Aguirre cogió el teléfono para desmentirlo pero la cadena retrasó todo lo que pudo la información hasta que, finalmente, a última hora de la mañana, emitió la conversación.
– Esperanza Aguirre: «Ya he dicho en numerosas ocasiones y se lo he dado por escrito a la cadena SER. Ni yo, ni mi marido, ni mis hijos, ni mis suegros, ni mis cuñados, ni mi madre, ni mis hermanos tenemos un solo centímetro cuadrado en todo el término municipal de Yebes.
A ustedes y a todos sus oyentes, el que me encuentre un centímetro cuadrado, le doy diez mil metros cuadrados. Por lo tanto, que dejen de hablar de que yo especulo o recalifico. La recalificación del pueblo de Yebes, de 200 vecinos, a nada menos que 9.000 viviendas, la hizo José Bono cuando era presidente de Castilla-La Mancha. Ahí no recalifica nadie más que la Comunidad Autónoma. Y por lo tanto, estoy ya bastante cansada de escuchar a la cadena SER y a los medios del Grupo Prisa decir que yo me he beneficiado de eso, porque es absoluta y totalmente falso».
– SER: «Yebes no, pero ¿Chiloeches?», preguntó el periodista.
– Aguirre: «Ya he dicho todo lo que tenía que decir», dijo la presidenta, y colgó.
Le tesis de Prisa es que Aznar le construyó a Aguirre un apeadero del AVE en tierras de su marido y que el Ayuntamiento de Yebes le recalificó unos terrenos a una tía de su esposo para construir viviendas cuando esa autorización la dio Castilla-La Mancha siendo Bono presidente.
LA SINTONÍA DE LA EMISORA DE PRISA CON EL PSOE
La aversión que la Cadena SER siente hacia Esperanza Aguirre corre en paralelo con el «entrañable cariño» que la emisora de PRISA y sus muchos de sus directivos sienten por el PSOE de Zapatero y el grueso de los gerifaltes socialistas.
Tras intentar emboscar sin éxito a la presidente de la Comunidad de Madrid, los periodistas de la SER se pusieron en contacto y ofrecieron micrófono a raudales a José Bono, que era presidente de Castilla La Mancha cuando se construyó la estación del AVE en Guadalajara.
Fiel a su estilo, Bono tiró balones fuera:
“Yo he sido presidente 21 años, y soy ordenado, y tengo aquí delante las actas y los protocolos, entre el ministerio de Fomento y la Comunidad Autónoma, y en dos actas la comunidad se opone a que la estación se haga en mitad del campo”.
Enseguida, el socialista ha leído documentación firmada por su Consejería de Obras Públicas en la que se invocaba “la necesidad de intentar por todos los medios el acercamiento de la estación de Guadalajara a la ciudad y a la carretera 320, y el disgusto por el modo como se ha gestionado la ubicación de la estación”.
En tono compungido, como si sintiera un enorme dolor, ex presidente Bono -bajo cuyo mandato se levantaron Pocerolandia en Seseña y la macrociudad fantasma de valdeluz- ha concluido:
“lo verdaderamente importantes es que el AVE hubiese pasado por la ciudad” y no a 12 kilómetros de distancia».
