(PD).- Que las cosas están crudas, pero que muy crudas, en PRISA ya no se le escapa a nadie. Recortes a todo trapo que están teniendo su repercusión en la vida diaria de las filiales de la gran empresa de comunicación. Hay que ahorrar. Las consignas que están llegando son del tipo: «Hay que apagar las luces del cuarto de baño», «los monitores de los ordenadores hay que dejarlos en off», «cuidadito con el tóner de tinta de la impresora».. Un sinfín de recortes que han culminado con el fin de las salidas en taxi. Desde ahora, los redactores de la Cadena SER tendrán que usar el transporte público. O a patita.
Las cuentas están al rojo vivo en PRISA. Rojas perdidas. Los directivos de la casa no predican con el ejemplo, pero a los becarios, redactores y demás trabajadores de la casa -de las diferentes casas- les están exigiendo que se aprieten el cinturón, bien apretado.
Desde dentro de la Cadena SER, las protestas que hacen llegar a Periodista Digital son agrias. «Entendemos que las cosas están mal, y que si son malos tiempos, lo son para todos. Pero que a nosotros nos vigilen si apagamos la luz del baño o no mientras ellos, según ha salido publicado, se sigan subiendo el suelo… Es como reírse de nosotros».
Una política de ahorro que ha tenido su culminación- según cuentan a PD desde dentro de la Cadena SER- en las últimas medidas impuestas.
Se acabaron los periódicos. Los cientos de diarios impresos que llegaban hasta Gran Vía 32 son historia. Y no sólo para «nosotros». También los que iban «para arriba, para ellos» han dejado de llegar.
Por otro lado, y lo que ha levantado más ampollas entre las redacciones, los directivos han decidido poner fin a los taxis. A partir de la semana pasada «nos hacen ir a los actos en transporte urbano. Entiendo que para moverse en el cogollo de Madrid puede ser una medida, pero si tienes que ir a cubrir algo a Las Rozas, no sé si es rentable tener a un redactor dando vueltas por Madrid en el transporte público. Pero ellos son los que piensan, ellos sabrán…»
