(PD).- El modelo de televisiones públicas tal y como lo conocemos agoniza. La crisis ha evidenciado la necesidad de un cambio y la mejor demostración la encontramos en la nueva ley de financiación de TVE. Ahora le toca el turno a las autonómicas que, según el último informe de Deloitte para Uteca, perdieron en 2008 1.000 millones de euros y este año van camino de superar esa cifras. Luis Jiménez, autor de dicho informe, no se muestra partidario de la fusión ahora que las privadas «negocian fusiones entre ellas por la dificultad de rentabilizar las licencias existentes de televisión en abierto».
Según los datos del último informe de Deloitte para AEDE, las televisiones autonómica perdieron 1.000 millones de euros en 2008. ¿Es la crisis la única excusa de una subida tan espectacular?
En nuestro último informe para UTECA, publicado en noviembre de 2008, se refleja cómo las televisiones autonómicas perdieron en 2007 un total de 945 millones de euros, y ya en 2006 estas pérdidas ascendían a casi 750 millones. Este incremento de las pérdidas en 200 millones de euros se debe por una parte a la caída de los ingresos publicitarios en casi 30 millones de euros, a pesar de que en ese año la inversión en publicidad en televisión se incrementó en un 8,4% (según datos de INFOADEX), pero ha tenido un mayor impacto el incremento notable de los gastos de explotación en 130 millones de euros.
No estamos por tanto en un año de crisis, ya que en 2007 el mercado publicitario en su conjunto creció un 9,2%. Estaremos a la espera de ver las cifras de 2008 y 2009, años en los que sin duda la crisis del mercado publicitario afectará, al igual que ha hecho con las empresas del sector, a la televisión pública autonómica.
La supresión de la publicidad en TVE, ¿afectará o beneficiará a las autonómicas?
Aún está por ver el destino que los anunciantes de RTVE van a dar a los fondos hasta ahora invertidos en la televisión pública nacional. Muchos son los escenarios posibles pero está claro que una inversión tan importante, de unos 500 millones de euros anuales, supondrá que el resto de medios puedan captar una parte de la misma, sobre todo teniendo en cuenta que no todo podrá ser absorbido por las televisiones privadas de ámbito nacional.
¿Cuánto le cuesta la televisión pública a los ciudadanos? ¿Y la autonómica?
En nuestro estudio se refleja que el coste anual neto por hogar en España alcanzó en 2007 un importe de 102 euros, si bien, existía un importante desequilibrio entre el coste de la televisión estatal, que era de 18 euros por hogar, y el de la televisión autonómica, que alcanzaba los 95 euros anuales por hogar.
¿Somos los españoles los que más gastamos en televisiones de titularidad pública?
En nuestro estudio también se hace una comparativa del coste por hogar con países de nuestro entorno, que muestra como España sólo es superada por Alemania en el coste neto por hogar en términos nominales, pero que nos sitúa a la cabeza si lo analizamos en términos de niveles de renta homogéneos.
Hay que destacar en todo caso que ese análisis global, incluyendo televisión estatal y autonómica, cambia sustancialmente si lo que comparamos es RTVE, con sus homólogas RAI o TF2 y TF3. En este caso sí podemos ver como la televisión española es sustancialmente más barata que la italiana o la francesa, que son los modelos más similares a los de la Corporación.
Según su experiencia, ¿ve alguna salida para las cadenas públicas autonómicas que no sea la privatización?
El futuro de la televisión autonómica depende en cada uno de los casos de muchos factores, ya que en el análisis individualizado de las distintas cadenas encontramos diversos modelos. Puede que tampoco hablar de privatización sea ahora la solución, cuando las cadenas privadas negocian fusiones entre ellas por la dificultad de rentabilizar las licencias existentes de televisión en abierto.
Sin duda alguna, en la práctica totalidad de las cadenas autonómicas se pueden revisar en profundidad sus modelos organizativos y de gestión con el fin de mejorar su eficacia y eficiencia y con ello mejorar sus rentabilidades actuales. Una vez realizado este ejercicio y optimizadas las estructuras productivas, las decisiones de qué y para qué quiere cada Comunidad Autónoma su televisión, es lo que determinará si su futuro continúa siendo el de una televisión de servicio público.
