(PD).- U2 ha encandilado en Barcelona a 90.000 personas. La música de siempre, un escenario espectacular, conexión en directo con la Estación Espacial Internacional y, sobre todo, un Bono movilizador de conciencias. Mensajes de paz y en defensa de los derechos humanos, ecologismo a tutiplén. Un icono ‘progre’ que tiene su otra cara de la que no suele hablar: el salvador de África es un halcón capitalista en Wall Street.
El grupo irlandés U2 ha arrancado su gira 360º en el Camp Nou de Barcelona ante 90.000 personas con un rotundo éxito. Bono ha homenajeado a Michael Jackson y ha conmemorado el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna conectando con una estación espacial en órbita, cuyo comandante aseguró que son como un pequeño planeta en el que incluso reciclan el agua, a lo que el líder de U2 respondió que entonces lo de reciclar lo llevan «mejor que aquí». Bono, el ecologista…
«Así le llegó el turno al Nobel Desmond Tutu, quien, desde la pantalla, alertó sobre la extensión del sida en África y recordó que quienes lucharon contra el apartheid son los mismos que han luchado contra el terrorismo en Irlanda o que batallan ahora por la libertad en Birmania«, dice la crónica de La Vanguardia.
Pero el «vendedor» de mensajes tiene un lado que no gusta mucho a los progres y del que no habla tanto. Escribe Andy Robinson en La Vanguardia, «si U2 toca su canción Elevation hoy en el Camp Nou habrá quienes quizás levanten un mechero pensando en su mensaje espiritual: «Elevas mi alma». Pero los auténticos fans de Bono deberían cerrar los ojos y pensar en el fondo de inversiones Elevation Partners, fundado hace tres años con casi 2.000 millones de dólares de capital y del que Bono es el principal socio financiero«.
«Porque si Bono ha combinado con maestría los papeles de superestrella de rock, salvador de África y lince de las inversiones en Wall Street, la fusión no va a resultar tan fácil en tiempos de crisis. Elevation Partners -tras realizar inversiones suicidas como la compra de la revista de billonarios Forbes- ha perdido millones. Aún peor, tras el colapso de las finanzas públicas en Irlanda, hasta los fans más históricos del rockero irlandés en Dublín se quejan de la decisión de U2 de cambiar su residencia fiscal a Amsterdam para evitar impuestos sobre casi 1.000 millones de euros de patrimonio e ingresos por casi 90 millones de euros al año».
